La situación en la Casa Real española parece haber alcanzado un punto crítico, con tensiones que se extienden hasta el corazón mismo del matrimonio real entre Felipe VI y la reina Letizia. Los rumores y las especulaciones sobre la posible separación o divorcio de la pareja real han estado circulando durante algún tiempo, incluso desde antes que Jaime del Burgo liberará parte de lo que sabe, pero ahora parece que estos rumores están cobrando fuerza y adquiriendo un tono más serio.
Según información filtrada, Casa Real está presionando a la reina Letizia para que se divorcie de Felipe VI. Esta presión podría estar motivada por varios factores, incluyendo la necesidad de preservar la imagen y la estabilidad de la monarquía española en un momento muy difícil para el matrimonio real.
La esposa de Felipe VI no acepta las demandas de Zarzuela
Para Letizia, mantener su posición como reina es fundamental, y parece estar decidida a luchar por mantener su poder y posición en la Casa Real. Sin embargo, las tensiones dentro del matrimonio real parecen haber alcanzado un punto de no retorno, con Felipe VI mostrando signos de querer seguir adelante con su vida de manera independiente. Se ha rumoreado que el rey ya está llevando una vida aparte (de hecho, se ha visto), lo que indica un cese de convivencia de facto. Aunque esta situación aún no se ha hecho pública, parece que es solo cuestión de tiempo antes de que la situación llegue a un punto crítico.
La elección del año 2025 como posible fecha para el divorcio parece estar relacionada con el hecho de que la infanta Sofía, la hija menor de la pareja real, cumple su mayoría de edad para entonces. Esto podría facilitar el proceso de divorcio y minimizar su impacto en los hijos de la pareja. Además, Letizia saldría beneficiada, pues Casa Real le otorgaría todo lo necesario para su vida de soltera, desde una pensión hasta dos casas con todas las comodidades.
2025 será el último año del matrimonio de los reyes
El papel de Jaime del Burgo en el deterioro del matrimonio real no puede ser pasado por alto. Sus revelaciones han expuesto las grietas en la relación entre Felipe VI y Letizia, aunque es importante tener en cuenta que estas grietas probablemente existían mucho antes de que se hicieran públicas.
Sea como sea, la decisión de divorciarse o no recae en los reyes, pero la presión de Casa Real y las circunstancias cada vez más complicadas podrían llevar a la pareja a tomar una decisión que cambiará sus vidas para siempre. Letizia no está muy de acuerdo con esto, pues quiere mantener el poder que ha tenido durante tantos años, pero Felipe VI es el caso contrario. Al hijo de Juan Carlos I ya se le ha visto teniendo encuentros con otras mujeres, sobre todo con una rica heredera de Madrid que podría ser la sustituta de Letizia.
Sin embargo, todavía los reyes no se pueden divorciar pues la tormenta mediática está encima de ellos. Tienen que esperar y es por eso que tienen que aguantar durante todo este año manteniendo las apariencias.