La reina consorte Letizia es una mujer implacable cuando se trata de sus relaciones sociales, especialmente con aquellas que son conocidas por el público o pueden convertirse en un escándalo que no conviene a la corona. En este sentido Letizia siempre ha sido muy cuidadosa y nunca compromete su posición por una amistad, ni siquiera por la familia. Esto ya lo ha demostrado en algunas ocasiones, llegando incluso a alejar totalmente a toda la familia de su esposo. En “nombre” de la imagen de la corona todos los Borbón han sido alejados de Zarzuela progresivamente, y no debe faltar mucho para que Sofía de Grecia y su hermana tengan el mismo destino.
Pero esto no solo pasa con la familia de Felipe VI, pues Letizia no perdona ni a su propia familia, y puede resultar difícil de ver cuando el trato que reciben Paloma Rocasolano y su hermana Telma Ortiz es casi de la realeza, y es precisamente el ex marido de esta última uno de esos nombres que de un día para otro fue totalmente borrado de la vida de Letizia.
Jaime del Burgo y David Rocasolano, de patitas en la calle por Letizia
Jaime del Burgo en algún momento fue una persona importante en la vida de la consorte, a pesar de que se casó con su hermana no dejó de tener un lugar especial en la vida de la consorte, según ha informado uno de los mayores enemigos de Letizia, Jaime Peñafiel.
Incluso sabemos la forma implacable en la que Letizia habría expulsado de su vida no solo a Jaime del Burgo, sino a muchos de aquellos que han pasado al olvido para Letizia, y según comentó Jaime del Burgo, lo último que había pasado entre ellos fue una discusión en agosto del año 2011, pero la bomba llegaría en el mes de noviembre de ese mismo año.
Jaime del Burgo estaba en Londres, momento en el que recibió una llamada de Letizia, esta le dijo “tenemos que dejar de vernos”, e inmediatamente después le colgó.
Otro que recibió el mismo trato fue David Rocasolano, primo de la consorte que ayudó a Letizia y Felipe VI en un momento delicado según él mismo dijo en su libro, evitando que los entonces reyes Juan Carlos I y Sofía de Grecia se enterasen de que Letizia había abortado, pues esto habría sido letal para el matrimonio de los entonces príncipes de Asturias.
Fue trabajo de David Rocasolano ir al centro médico y erradicar cualquier prueba que pudiera apuntar al aborto de Letizia, una operación de absoluto secreto que no podían encargar a nadie más porque era inadmisible que se filtrara la información y se la hiciera llegar a alguno de los reyes, pero eso de igual manera no representó nada para cuando Letizia necesitó deshacer cualquier lazo con su primo, dejándolo “colgado” al igual que hizo con el ex esposo de su hermana.