El drama en torno a Jaime del Burgo y su impacto en La Zarzuela ha puesto en vilo a la opinión pública, ofreciendo un escenario de intrigas palaciegas y deslealtades que rivalizan con las tramas más cautivadoras de la ficción. El desvelamiento de una supuesta relación extramarital entre la reina Letizia y este abogado, quien además es el ex esposo de su hermana Telma, ha sacudido los cimientos de la Corona, exponiendo vulnerabilidades y desafíos inesperados para la institución monárquica. En un contexto donde la percepción pública lo es todo, la Casa Real enfrenta una de sus mayores crisis, cortesía de las sorprendentes revelaciones de un hombre que logró, con apenas unas palabras, tambalear el imperio de los Borbón.
A través de una serie de publicaciones en sus redes sociales, Del Burgo reveló que mantuvo una relación amorosa con la reina durante varios años, que comenzó a principios de los años 2000, cuando Letizia Ortiz estaba emergiendo como una figura prominente en TVE. Iniciaron una amistad que evolucionó hacia una relación romántica hasta 2003. Ese mismo año, Jaime le propuso matrimonio, pero Letizia ya había conocido al entonces príncipe Felipe. Sin embargo, en 2010, retomaron el contacto. La futura reina se dio cuenta de su error, pero ya era muy tarde. Se sentía infeliz y solo anhelaba escapar de Zarzuela, llegando a planear con Jaime del Burgo una huida a Estados Unidos para iniciar una nueva vida. Incluso investigaron sobre la posibilidad de recurrir a la gestación subrogada para tener un hijo juntos. Sin embargo, todo cambió cuando Letizia se percató de que tenía la oportunidad de convertirse en la mujer más poderosa de España tras la abdicación de Juan Carlos I.
Encuentros clandestinos en Madrid, Barcelona y más allá
Sin embargo, mientras eso aún no ocurría, Jaime del Burgo y Letizia disfrutaban de su romance clandestino, encontrándose en secreto en diversos lugares. Entre ellos, un apartamento en Madrid, en Barcelona, en Suiza, donde él residía habitualmente, en viajes internacionales e incluso en el propio Palacio de la Zarzuela, siempre que Felipe se encontraba fuera del país o tenía compromisos institucionales. De este modo, lograban eludir la vigilancia del personal de seguridad para mantener su relación en secreto.
El Hotel Arts de Barcelona: escenario secreto de los encuentros entre Jaime del Burgo y Letizia
De hecho, la reconocida cronista especializada en la Casa Real, Pilar Eyre, ha destapado recientemente un intrigante plan ideado por Jaime del Burgo y Telma Ortiz para que Letizia y él siguieran viéndose en secreto y sin levantar sospechas. Comenzaron una farsa de convivencia, fingiendo ser pareja aunque en realidad no tenían ninguna relación más allá de una amistad. Mientras Telma residía en Sarriá, él nunca visitaba su hogar.
En su lugar, reservaba una lujosa suite en el prestigioso Hotel Arts de Barcelona, utilizando el nombre de Telma. "Él vivía entre Suiza y Estados Unidos y Telma siguió residiendo en Barcelona, pero lo más extraño es que cuando del Burgo la visitaba, se alojaba en el Hotel Arts en lugar de compartir con su mujer el piso de Sarriá”, reveló Eyre. Letizia justificaba sus viajes a Barcelona como visitas a su hermana, ingresando discretamente al hotel a través del parking para evitar ser vista, y utilizaba el ascensor del personal para dirigirse a la habitación, sin dejar rastro en registros o cámaras de seguridad.