Cada paso que da la reina Letizia en el ámbito público es cuidadosamente planeado y ejecutado. Desde su vestimenta hasta su peinado, todo es objeto de atención minuciosa. Sin embargo, detrás de esa imagen impecable, se esconde un complejo que la atormenta y por el cual está dispuesta a gastar una fortuna mensualmente.
Ser la reina implica mucho más que cumplir una agenda oficial. Para Letizia, significa ser un símbolo de perfección en todos los aspectos. Esta presión por mantener una imagen intachable la lleva a dedicar una cantidad significativa de recursos para combatir un problema que le impide sentirse completamente segura de sí misma.
La reina Letizia arrastra un problema con su melena desde hace años
El mayor complejo de la reina Letizia radica en su melena, la cual ha experimentado cambios debido al paso del tiempo y a ciertos factores de estrés. Aunque su cabello ha sufrido las consecuencias del envejecimiento natural, se especula que también podría estar enfrentando problemas de alopecia nerviosa, lo cual agrava su situación.
Para disimular estos problemas capilares, Letizia ha contratado a una peluquera, Luz Valero, quien la acompaña prácticamente las 24 horas del día. Desde las seis de la mañana, Valero está presente en el Palacio de Zarzuela para ocuparse del cabello de la reina, incluso en sus viajes. A pesar de todos los esfuerzos, el cabello de Letizia continúa mostrando signos de debilitamiento.
La reina Letizia busca soluciones para sus problemas capilares
En búsqueda de soluciones más duraderas, Letizia ha recurrido al doctor Jaén, un especialista en tratamientos capilares. Entre las opciones que podría estar recibiendo se encuentran la carboxiterapia y la bioestimulación con plasma rico en plaquetas, tratamientos que implican un costo significativo y requerimientos constantes.
El costo de los tratamientos no se limita únicamente a las consultas médicas, sino que también incluye una amplia gama de productos capilares, desde serums y mascarillas hasta champús y aceites reparadores. La suma de estos gastos se traduce en una inversión considerable destinada a mantener la apariencia deseada por la reina.
A pesar de los esfuerzos y el dinero invertido, Letizia está consciente de que la batalla contra su complejo capilar es constante y requiere de un mantenimiento continuo. Aunque hoy en día luzca una melena brillante y sedosa, está obligada a seguir gastando recursos para conservar esa imagen que tanto anhela y que la sociedad espera de ella como reina.