No hay que ser un experto en la corona para saber que las cosas no van bien entre los reyes desde hace meses. Durante el 2023 han aguantado sus problemas como han podido pero este 2024 la situación se ha vuelto insostenible para ambos. Desde que en diciembre del año pasado todo estalló gracias a las palabras de Jaime del Burgo no hay demasiado que los reyes puedan hacer para solventar su situación más que aguantar hasta que puedan divorciarse cuando Sofía de Borbón sea mayor de edad, como sugiere Pilar Eyre.
La verdad es que actualmente Felipe VI y Letizia no pueden ni verse, no solo llevan meses durmiendo en camas separadas y no hay intimidad, sino que ahora son reiterados los días en los que Felipe VI decide no pasar la noche en Zarzuela. Desde que estalló el escándalo de Jaime del Burgo el rey se ha entregado a las calles, mayormente durante los fines de semanas en los que se tomaba el tiempo de salir con amigos de su círculo y aprovechaba de conocer mujeres, siempre sin la presencia de Letizia, quien con el paso de las semanas se encierra más y más en Zarzuela.
Letizia toma acciones, purga sus estancias de cualquier presencia del rey
No solo es el rey quien se nota harto de esta situación, sino que la consorte también ha llegado a un punto de absoluto colapso, donde además de pasar la mayoría de sus días sin salir de Zarzuela, ha decidido hacer cambios en sus lugares privados ahora que quiere saber entre poco y nada de su esposo.
Letizia habría hecho una limpieza absoluta tanto en su habitación como en su despacho, así como cualquier lugar donde ella haya podido colgar una foto donde aparezca Felipe VI, pues las fotografías han pasado de ser un recordatorio de su esposo y del amor que se profesaban (o al menos fingían, según Pilar Eyre), a ser tan solo un recordatorio de todo lo que puede estar a punto de perder.
Los reyes claramente enfrentados, no quieren saber nada el uno del otro
Durante las últimas semanas se ha asumido que los reyes podrían tomar un acercamiento “a lo Sofía de Grecia y Juan Carlos I”, ya que los eméritos no se querían en absoluto, pero decidieron mantener las apariencias por el bien de la corona. Lamentablemente para sus sucesores, no parece que Felipe VI y Letizia se aguanten mucho a día de hoy, por lo que dedicarse a mantener las apariencias día tras día puede convertirse en una tarea titánica si no están en condiciones de tolerarse actualmente, aunque debido a la voluntad de Letizia es lo que podría pasar.
La consorte no está dispuesta a abandonar Zarzuela, sino que prefiere mantener las apariencias desde dentro así como ya hicieron los eméritos a pesar de que Felipe VI le estaría ofreciendo dos residencias además de pagarle de por vida, pero Letizia no quiere dinero, quiere poder.