Fue hace ya nueve años cuando Felipe se convirtió en el rey de España tras la abdicación de su padre, Juan Carlos I. De esta forma se consumaba lo que muchos pedían a gritos desde hacía ya años, entre otras cosas porque hoy emérito había sido protagonista en los últimos años de su reinado por diferentes políticas que no hacía otra cosa que empeorar aún más la imagen de una institución muy tocada en nuestro país.
Como no podía ser de otra forma, las intenciones de la casa real con la llegada del nuevo rey al trono no eran otros que lo de alejar la imagen de la actual monarquía, la de Felipe VI de la Reina Letizia, de la anterior, la del rey Juan Carlos I y la Reina Sofía.
Este sentido, se han tomado diferentes decisiones a lo largo de los últimos años, especialmente llamativa la de ‘invitar’ al Emérito Juan Carlos I a abandonar España y fija su residencia en Abu Dabi para así alejarlo de los focos y de las polémicas.
Letizia aparta cada vez más a su suegra
Por lo que respecta a la Reina Sofía, cabe destacar que, a diferencia de su marido, la madre de Felipe VI no ha sido protagonista en los últimos años con ningún tipo de polémica que haya hecho empeorar la imagen de la institución. Eso no significa, sin embargo, que a la actual reina, Letizia, le haga especialmente ilusión ver a su suegra en actos institucionales.
Es más, no es que sea precisamente ningún secreto que Letizia y Sofía son dos mujeres que no se tienen precisamente cariño y aprecio, sino más bien todo lo contrario, son las mujeres que han tenido desde hace ya muchos años una relación muy tensa, una tensión que incluso se ha vivido público en algún momento puntual.
Es por eso que ahora que Letizia tiene la sartén por el mango lo que ocurre en el día a día de Zarzuela, la mujer de Felipe VI sigue arrinconando a su suegra provocando que cada vez tenga menos protagonismo en una familia real en la que ahora los Reyes y sus hijas son los verdaderos protagonistas.