Hace ya muchos años que la Reina Letizia tiene muy claro que tanto ella como su marido, el rey Felipe VI, son ahora la imagen de la monarquía nuestro país. Así, tal y como apuntan algunos de los periodistas mejor informados de lo que ocurre en la casa real, una de las principales intenciones que tiene la actual reina es la de, habiendo dejado ya más que apartado a su suegro Juan Carlos I en Abu Dabi, su siguiente paso es el de hacer lo propio con su suegra, la reina Emérita Sofía.
En este sentido, si bien es cierto que la madre de Felipe VI sigue siendo una de las caras más queridas dentro de la monarquía española y que, al contrario de lo que ha sucedido con su marido, no ha sido protagonista en ningún tipo de polémica en los últimos años, no es que sea ningún secreto que Letizia y su suegra tienen una relación muy mala.
Letizia no quiere saber nada de su suegra y su hermana
Es más, esta mala relación se acaba trasladando también a algunos actos públicos, al menos de forma indirecta. Así lo han apuntado en varias ocasiones periodistas como Pilar Eyre, que ha llegado a apuntar que “Cuando está doña Sofía por medio, doña Letizia no es ella. Se comporta de otra manera y resulta violento. Yo le pediría a Letizia que dejase de fingir”.
Es por eso que parece ser que la mujer de Felipe VI está empezando a presionar ya de forma evidente a su marido para que invite tanto a su madre como a su tía, Irene de Grecia, conocida a nivel interno como la ‘tía Pecu’ por lo peculiar que es en algunas cosas, a que se marchen definitivamente de la Zarzuela o que, al menos, alarguen unos cuantos meses más sus presencias, por ejemplo, en el Palacio de Marivent, es decir, en Palma de Mallorca, muy lejos de Madrid.
Como ha ocurrido en tantas otras ocasiones, la presión de Letizia es muy sutil, no directa, por lo que no sería de extrañar que, habiendo ganado ya algunas batallas en este sentido, la mujer de Felipe VI volviera a ganar esta batalla.