La aparente normalidad en el matrimonio de Letizia y Felipe VI se desmorona cuando menos se espera. Detrás de las sonrisas y los gestos públicos, hay una realidad mucho más tensa y distante. La reina, con su carácter fuerte, choca en repetidas ocasiones con el temperamento más tranquilo del rey. Recientemente, la tensión entre ellos se ha intensificado debido a la negativa de Letizia a que su hija Leonor cumpla con la formación militar, a pesar de ser un protocolo establecido. No obstante, no solo Felipe VI ha experimentado las dificultades de lidiar con el temperamento de Letizia. Durante una visita a Cádiz, sus escoltas también fueron víctimas de sus malas formas cuando la reina perdió los estribos por una simple corriente de aire.
Durante una reciente visita a Cádiz, durante la inauguración del IX Congreso Internacional de la Lengua Española, se vivieron momentos de tensión que quedaron grabados en la memoria de todos. Un video viral mostró a Felipe VI tocando un cajón flamenco mientras Letizia reía a carcajadas. A simple vista, parecía una escena llena de complicidad, pero la realidad era muy diferente. Minutos antes, la tensión entre ellos era palpable y parecía que en cualquier momento estallaría una tormenta.
Una corriente de aire desata la furia de Letizia
De hecho, la simpatía de Letizia hacia los gaditanos no se reflejaba de la misma manera hacia su esposo y sus escoltas. Incluso llegó a reprender a uno de sus guardaespaldas por una corriente de aire molesta. Así que, mientras Felipe saludaba a las autoridades presentes que acompañaban a Juanma Moreno, presidente de Andalucía y José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, la reina llamó la atención de uno de sus escoltas para que “cerrara una de las puertas de acceso y así evitar que la ráfaga de aire le molestara más de lo debido”. Parece que cualquier pequeña contrariedad puede desatar la ira de la reina. Aunque el guardaespaldas obedeció sin rechistar, la expresión de Letizia dejaba claro que no estaba de buen humor.
La simpatía selectiva de Letizia: Amabilidad con los súbditos, frialdad con Felipe VI
La tensión y el malestar entre Letizia y Felipe VI fueron evidentes. A su llegada al Teatro Falla, los gaditanos se agolparon en la puerta con la esperanza de saludar a los reyes y estrecharles la mano. Felipe y Letizia se acercaron a los curiosos, pero según testigos, la distancia entre ellos era notable y se percibía una clara tensión, mientras se mostraban extremadamente amables con los admiradores que se habían congregado para verlos. Una vez dentro del teatro, el rey tuvo que frenar y cortar las numerosas interrupciones de Letizia, quien parecía no poder evitar entablar conversaciones con cualquier persona que le dirigiera la palabra.
Estos episodios revelan una realidad distinta detrás de la imagen pública de la reina Letizia. Sus malas formas y el distanciamiento en su relación con el rey despiertan interrogantes sobre la estabilidad de su matrimonio y la verdadera naturaleza de su convivencia en la Casa Real, dado que detrás de la fachada de normalidad, se esconden tensiones, distanciamiento y una dinámica difícil de ignorar.