El matrimonio de los reyes Felipe VI y Letizia pende de un hilo de seda. La situación actual ha sido el resultado de años y años de situaciones superpuestas que han terminado cayendo por su propio peso después de que Jaime del Burgo golpeara en el lugar correcto. Cuando el abogado colocó la última pieza del rompecabezas y reveló el amorío que mantuvo con Letizia durante 2010 y 2011 aparentemente ya no había vuelta atrás. Desde Zarzuela hicieron de todo para evitar que la noticia se extendiera, pero no hubo caso. Todo el mundo se enteró de que al rey Felipe VI le estaban siendo infiel.
Muchos podrían pensar diferentes cosas del rey, como que quizá sea demasiado descuidado por no haberse percatado de que su esposa le había sido infiel, y quizá sea cierto, pero no solo eso sino que esta también lo habría hecho varias veces con varios hombres diferentes según diferentes fuentes. Algunos intentaron hablar después de Jaime del Burgo pero Zarzuela los habría silenciado a tiempo, pero la verdad es que a pesar de todo esto, Felipe VI era alguien bastante celoso.
Felipe VI engañaba a Letizia en yates
Felipe VI engañaba a Letizia en yates
El rey movido por los celos dejó a su esposa sin entrenador
Aunque no lo parezca, fuentes aseguran que en realidad Felipe VI tiene fama de ser celoso y lo habría demostrado en varias ocasiones, como en el caso del cuadro pintado por Waldo Saavedra inspirado en Letizia, del cual Felipe VI terminó solicitando cualquier material de referencia que haya utilizado donde apareciera Letizia, y el pintor reconoció haber entregado todo boceto que tuviese a Felipe VI, pero este no sería el único caso que demuestre celos de parte de Felipe VI.
Otra anécdota conocida es la del entrenador personal de Letizia que desapareció de un día para otro. En su momento corrieron rumores de que podría ser otro de los amantes de Letizia, pero también algunos atribuyeron la desaparición del entrenador del día a día de la consorte a Sofía de Grecia, lo cual podría tener sentido pues se conoce el compromiso de la emérita por la imagen de la corona, pero este no habría sido el caso, sino que la acción la habría tomado Felipe VI movido por los celos.
El rey no podía permitirse tener dudas de si el entrenador realmente era un amante o no, por lo que tomó el hacha y decidió cortar al entrenador de Zarzuela. De esta manera podía evitarse cualquier inseguridad y prevenir que quizá el entrenador se insinuara a su esposa, a pesar de que al final nos enteramos de Jaime del Burgo y la situación no cambió demasiado.
Felipe VI se enteró de todo el caso a través de personas cercanas que le contaron lo del entrenador, lo cual fue suficiente para este decidiera ahorrarse cualquier riesgo, y es por cosas como esta, lo del cuadro de “La Maja” u otras anécdotas más que han otorgado a Felipe VI fama de celoso, pero eso no se antecede a la fama que tiene ahora debido a su esposa.