Los que siempre han seguido de cerca el día a día de la Reina Letizia saben muy bien la mujer de Felipe VI no viene de una familia noble en España, sino que fue precisamente trabajando como periodista en televisión española donde conoció al que sería su futuro marido y al hombre que le cambiaría la vida, literalmente.
Y es que, como no podía ser de otra forma y con mucho que estuviera encantada y disfrutando de su trabajo de periodista, desde la casa real ya se le dejó muy claro que, si su relación iba en serio con Felipe y acaba casándose, debería dejar su trabajo como periodista para dedicarse al 100 × 100 a su papel dentro de la institución.
En este sentido, por mucho que Letizia haya expresado en algunos de sus discursos lo mucho que le gusta la labor de periodista, tan solo hace falta ver cómo se comporta la inmensa mayoría de sus actos como representante de la corona para darse cuenta de que este nuevo trabajo le gusta mucho más.
La Reina Letizia tenía un mote en TVE
Eso sí, por mucho que su vida haya cambiado respecto a la que tenía hace ya muchos años, lo que no ha cambiado es el carácter de Letizia, una mujer que siempre ha tenido un carácter muy fuerte y que ha provocado que sean varios los enfrentamientos que ha tenido en muchos aspectos de su vida.
En este sentido, no es que sea precisamente ningún secreto que, por mucho que le encantaba su trabajo como periodista en televisión española, en la televisión pública algunos de sus compañeros no le tenían precisamente mucho aprecio. Es más, parece ser que es un mote entre los que no forman parte de su círculo más cercano era el de la ficticia.
Pero ojo porque, como bien supo Letizia en su momento, también cuando empezó a formar parte de la familia real española no fue otro que su futuro suegro, el rey Juan Carlos I, con quien nunca ha tenido una buena relación, el que le puso varios motes muy despectivos, entre ellos el de la plebeya, la criada o la chacha.