Jaime del Burgo ha desatado un terremoto en la Casa Real con sus explosivas revelaciones, colocando a la reina Letizia en una posición sumamente incómoda. Después de una década de silencio sepulcral, el astuto abogado ha decidido abrir el baúl de los secretos al compartir su versión de una historia que retrata a la reina como una mujer adúltera. Sin tener a mano pruebas concretas que sustenten sus afirmaciones, y con un sorprendente silencio por parte de Zarzuela, el ex de Telma Ortiz se prepara para desentrañar su apasionante relato de amor con la esposa de Felipe VI.
Para ello, ha dado a conocer sus planes de lanzar su propio sello editorial, promocionando con entusiasmo su obra más esperada: "Y nada más que la verdad". La revelación de esta presunta infidelidad es solo la punta del iceberg de una narrativa que promete descubrir los entresijos más desconocidos y sorprendentes de la relación entre la reina y su ex cuñado, dado que Jaime Del Burgo insiste en que él y Letizia incluso eligieron nombres para un supuesto hijo que planeaban tener a través de vientre subrogado cuando estuvieran en Estados Unidos.
De acuerdo con el ex de Telma Ortiz, Letizia se sumergió en una intrincada historia de infidelidad con él durante varios años, desencadenada por su desencanto con la monarquía. La reina, cansada de su papel en la realeza, contemplaba la posibilidad de escapar de España, pero se encontró con un obstáculo: las capitulaciones matrimoniales que establecían que sus hijas quedarían bajo la custodia del rey en Zarzuela en caso de separación. Decidida a no enfrentarse sola a esa situación, Letizia y el abogado mantuvieron encuentros clandestinos en diversas ciudades como Madrid, Barcelona e incluso en destinos internacionales, desafiando todas las convenciones, incluyendo la residencia real de Zarzuela.
Letizia y Jaime del Burgo contemplaron la idea de concebir un hijo juntos
Jaime y Letizia tenían grandes aspiraciones para el futuro. Soñaban con formar una familia juntos, brindando así un hermano o hermana a las princesas Leonor y Sofía. Su proyecto familiar estaba destinado a hacerse realidad a través de la gestación subrogada, para lo cual se sumergieron en una minuciosa investigación sobre el proceso. “Durante un año y medio pensamos y dimos pasos adelante con el objetivo de ser libres, tratamos la cuestión del divorcio, las niñas, buscamos asesoramiento jurídico, miramos juntos una casa en la Florida... Consideramos Nueva York como la mejor opción de residencia permanente. La idea de que tuviéramos un hijo por vientre subrogado en Los Ángeles me la propuso estando en La Terre Blanche”, indicó el ex cuñado y supuesto amante de Letizia.
Letizia y Jaime del Burgo tenían planeado el nombre que le pondrían a su hijo
En cuanto a los nombres, se rumorea que la pareja no buscaba complicaciones: si era niño, seguirían la tradición familiar llamándolo Jaime, como su padre, abuelo y bisabuelo; y si era niña, la bautizarían Letizia, en un gesto de honor hacia la reina. Esta visión sobre sus futuros planes y las decisiones en torno a los nombres familiares añade una capa de profundidad emocional a la historia, dejando entrever aspiraciones y conexiones sentimentales que permanecían ocultas hasta ahora.