La Casa Real se estremece bajo la sombra de una de las crisis más intensas de las últimas dos décadas, con la pareja real en el ojo del huracán. Si bien ya enfrentaban múltiples desafíos, las revelaciones explosivas de Jaime del Burgo han desatado un vendaval de proporciones inimaginables, dejando al descubierto las grietas en el matrimonio de Felipe VI y Letizia.
Según las filtraciones, Felipe VI no era ajeno a la situación, ya que había sido informado sobre las posibles infidelidades de Letizia desde el año 2013, durante una crisis matrimonial anterior. Aunque en ese momento se atribuyeron las tensiones al escándalo del caso Nóos, las nuevas afirmaciones sugieren un panorama mucho más oscuro, con el rey descubriendo apenas la punta del iceberg de los engaños que rodean a su esposa.
El ex esposo de Telma Ortiz ha expuesto a través de una serie de publicaciones en sus plataformas de redes sociales que Letizia tenía la intención de abandonar a Felipe para iniciar una nueva vida con él en los Estados Unidos. Según sus afirmaciones, habían hecho planes para concebir un hijo juntos a través de un proceso de gestación subrogada. Además, reveló que mantenían encuentros íntimos en diversas ciudades de España y en diferentes partes del mundo, incluso dentro del Palacio de la Zarzuela en ausencia del monarca. De esta manera, el hijo de Felipe VI se encuentra en una situación paradójica al ser etiquetado como el "cornudo más grande de toda España", ocupando simbólicamente el lugar de su propia madre, la reina Sofía.
El rey Felipe VI, visiblemente afectado por las revelaciones, intenta mantener la compostura ante las cámaras, aunque tras bastidores se despliega un drama íntimo y desgarrador que escapa a la mirada del público. Mientras tanto, el rostro de la reina Letizia durante sus últimas apariciones públicas revela un profundo pesar. Es evidente que la pareja real está atravesando una crisis profunda y que su relación se encuentra fracturada.
Felipe VI no perdona las infidelidades de Letizia
El sufrimiento de Felipe también es evidente y palpable. En la intimidad, su actitud hacia Letizia refleja desdén y desprecio. La menosprecia y humilla frente a los empleados, restándole importancia a sus palabras y acciones. Ha perdido el respeto hacia ella y la trata con frialdad, como si fueran enemigos, limitándose a cruzar palabras necesarias. Solo muestra contención cuando están presentes sus hijas, Leonor y Sofía, momento en el que las tensiones parecen disiparse momentáneamente. Sin embargo, el resto del tiempo, se puede sentir una tensión inmensa en el ambiente.
La reina desplazada: Soledad y abandono
Esta situación ha llevado a Letizia a sentirse cada vez más alienada en su propio hogar. Las acciones de Felipe la hacen sentir como una extraña, convirtiendo su vida diaria en una experiencia casi insostenible. La atmósfera de hostilidad y distancia ha creado un ambiente en el que Letizia ya no se siente cómoda ni acogida, sino más bien como si estuviera viviendo en un entorno hostil y ajeno.
Felipe incluso busca pasar el menor tiempo posible junto a Letizia. Recientemente, optó por ausentarse durante unos días en los Pirineos junto a un grupo de amigos, específicamente en Baqueira, donde suele practicar esquí. Medios como Vanitatis han destacado una reserva "misteriosa" en el restaurante El Fogón del Valle, ubicado en Vielha, durante su estancia en la zona. Previamente, también había tomado medidas similares al pasar un fin de semana en Soria, donde fue avistado en el restaurante 'El Cielo de Medinaceli'.