No es que sea precisamente ningún secreto que la reina Letizia ha sido, es, y va a seguir siendo durante mucho tiempo una mujer que se cuida. Es cierto que en muchas ocasiones se ha puesto en duda su peso, que muchos han considerado que está por debajo de lo deseable, pero cabe tener en cuenta que Letizia siempre ha cuidado mucho su figura, entre otras cosas porque es una mujer que lleva una dieta muy equilibrada y que suele hacer ejercicio de forma regular, siendo una persona que destaca especialmente por ser muy sana.
La alimentación saludable y el ejercicio físico son sus máximas. En su dieta no caben fritos, azúcares o procesados. En su lugar, predominan las frutas, las verduras, los pescados y los purés.
La reina Letizia lleva una vida saludable
Por otro lado, Letizia sigue a rajatabla practicar deporte casi a diario. Incluso se instaló un rocódromo en la Zarzuela para practicar escalada cuando le viniera en gana. La consorte es una mujer que está muy en forma.
Unas cualidades que ha intentado contagiar a su marido, el rey Felipe VI, y a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Incluso se puso en contacto con los responsables del comedor del colegio Santa María de los Rosales, donde estudiaban las jóvenes, para influir en el menú semanal.
El vicio de la reina Letizia que pocos conocen
No obstante, la reina también se da un capricho de vez en cuando. Y también tiene algunos vicios poco saludables. Así lo reveló el periodista argentino Leonardo Faccio, autor del libro ‘Letizia. Una reina impaciente’. En él, Faccio revela que a Letizia le gusta dar algunas caladas de vez en cuando. Un asunto del que habló en una entrevista posterior.
“Ha hecho usted una afirmación que no sé si se va a creer nadie en España. Que la reina sigue fumando”, le apuntaron en una de las entrevistas a raíz de la publicación de su libro. “Este tema me lo han ido comentando mientras reportaba en diferentes entornos. Recuerdo un académico que me contó que después de un acto la vio abrir el bolso y le sorprendió ver que tenía un paquete de Marlboro", confesó el escritor.