Nadie puede sortear la muerte, ni aunque se vivan 100 años. Lo mismo sucede con los engaños, todos llegan a probar una dosis de engaño alguna vez en la vida. La realeza no está exenta. De hecho, los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía son prueba de ello. El escándalo que ha supuesto las relaciones extramatrimoniales de Juan Carlos escaló a nivel internacional. Y esto es justo lo que ocurrió cuando se supo de la infidelidad de Letizia a Felipe VI hace unos días. Tras estos primeros detalles, ahora se dan a conocer unas fiestas en Portugal que la reina preferiría mantener en secreto.
La Casa Real volvió a ser el centro de las miradas y señalamientos con la publicación del libro Letizia y yo de Jaime Peñafiel. Un libro donde Jaime del Burgo, excuñado de Letizia, participó. El exesposo de Telma Ortiz, hermana de la reina, aseguró haber tenido una relación con la mujer de Felipe VI. No hizo falta gran intervención por parte de los periodistas, él mismo contó que tuvieron un vínculo íntimo durante años. Antes de conocer al entonces príncipe de Asturias y cuando ya estaban casados. Esto ocurrió durante la visita del monarca a Argentina, por lo que se cree que sería la razón de su expresión seria.
Se trató de uno de los momentos más difíciles del reinado de Don Felipe, que pretendía distanciarse de los escándalos del reinado anterior y dejar atrás la corrupción y las mentiras. Aquellos que conocen el pasado rebelde y alocado de la reina, verán con incredulidad que en su etapa adulta y monárquica volvió a recaer en malas costumbres.
Se descubren las salidas nocturnas de Letizia a Portugal, sin Felipe VI
Si bien es cierto que Doña Letizia va de vacaciones a Portugal con las niñas y su madre, Paloma Rocasolano, no nos referimos a estas salidas. Algo más privado ocurrió en Algarve, su zona favorita del país vecino. Cada vez que tenía un tiempo libre, la mujer del rey hacía planes para verse con sus amigas. Según informan anónimos, se iba a festejar a ciertas propiedades de madrugada y en esas fiestas también estaba Jaime del Burgo.
Esas noches eran de desenfreno, sin preocupaciones por su esposo o por sus hijas. Las responsabilidades de la Corona pasaban a último plano y no tenía que cuidar su compostura. Se rodeaba de personas en las que confiaba. Algo muy similar a lo que hacía en México, cuando dejó a su primer marido para hacer el postgrado. Según la información que se habría filtrado, entre las actividades estaba beber alcohol, fumar y bailar hasta la inconsciencia. Don Juan Carlos se enteró de las escapadas a Portugal, pues sus informantes la tenían vigilada. Le advirtió a su hijo la clase de mujer que tenía como esposa, algo que le habría querido hacer entender antes de la boda.
El silencio de Zarzuela solo refuerza las palabras de Jaime del Burgo, quien aseguró que no cambiaría ni una sola palabra de sus declaraciones. Y a juzgar por el poco tiempo que comparten Felipe VI y Letizia, seguramente se encuentran afrontando otra crisis de pareja.