La pareja real, Felipe VI y Letizia, son indudablemente objetivo del escrutinio público, no poco se habló cuando los reyes abandonaron Atenas tan pronto pudieron después del funeral de Constantino de Grecia, pero por ahí no va exactamente la crítica de hoy, sino que vienen de parte de los amigos del padre de Felipe VI, Juan Carlos I, quien de por sí, no es que mantenga una buena relación con su yerna.
Un rey dominado por su mujer, que de paso, es la nieta de un taxista
Los amigos fieles de Juan Carlos I defienden a capa y espada que el rey emérito, con todos sus “defectos” y su conocido historial, es mil veces mejor que su hijo Felipe VI, a quien dirigen toda clase de burlas y peyorativos, siempre camuflados en una imagen de falsa compasión, donde sabemos que hablan cosas al estilo de: “¿Felipe? Un pobre hombre, dominado por su mujer, ¡un calzonazos!”, sostienen además que carece de características marcadas de su padre, cosa que el mismo Juan Carlos I reconoce, sus amigos comentan: “No tiene el carisma de su padre, ni su inteligencia natural, pero es un buen chico…”, luego, sin aviso, cambian las tornas y clavan la daga envenenada, por si no lo estaba ya, “Claro, que la que manda allí es la nieta del taxista”.
El rechazo hacia Felipe VI y especialmente hacia su esposa es muy notable, sin ningún tipo de duda tiene que ver el que la pareja real haya sacado de Zarzuela a Juan Carlos I y sus amigos, los cuales se mantienen fieles a Juan Carlos I, buscando la oportunidad quizá para algún día regresar a sus posiciones de prestigio.
No poco es lo que se comenta de Letizia día tras día, sabemos que desde un principio Juan Carlos I no quería a su hijo casado con esa “plebeya”, pero Felipe VI le dio ultimátum a su padre, era eso, o la soltería, luego en la boda, nadie salvo Felipe VI y Letizia sonreían, pero el rey había logrado su cometido, hoy día, de Letizia se divulgan tantos chismes que es difícil verificar alguno de estos, para ejemplo, los que ha recopilado el medio Lecturas: “le hace feos a la nobleza, que tanto se ha sacrificado por la familia real; se burla de las misas y de la religión; pone en ridículo a su marido delante de los amigos; ve a su hija como una rival porque Leonor sí que es princesa de cuna; desatiende a la reina Sofía; a las cuñadas ni siquiera les dirige la palabra…”.
Los rumores hacia Letizia pueden ser desproporcionados, pero la reina tampoco da una imagen demasiado natural
Algunos se desviven en halagos hacia los tratos de Letizia, dicen que es encantadora, pero lo que percibe el público es que la reina tiene una imagen que desprende arrogancia, tiene poca simpatía y especialmente se le nota controladora por diferentes motivos, otros dicen que es una persona intimidante ya que resulta demasiado directa en las conversaciones, haciendo palidecer a cualquiera.