La princesa Leonor cumple 18 años el próximo 31 de octubre, una fecha que marca su mayoría de edad y que, tradicionalmente, se celebra con una gran fiesta de puesta de largo. Sin embargo, este año parece que no será así. La reina Letizia ha decidido que su primogénita no tendrá una fiesta de este tipo, lo que ha provocado críticas y acusaciones de que la obsesión de la reina por diferenciarse de las demás monarquías está perjudicando a su hija.
Leonor no tendrá puesta de largo
Presuntamente la consorte española ha justificado su decisión asegurando que quiere que la princesa de Asturias tenga una celebración más íntima y familiar. Sin embargo, muchos han interpretado esta decisión como una muestra más del deseo de la reina de distanciarse de las tradiciones monárquicas de otros países.
Lo cierto es que a diferencia del príncipe Christian de Dinamarca que ya se prepara para la gran fiesta real con motivo de su mayoría de edad el próximo 15 de octubre, no se espera que los reyes Felipe y Letizia celebren una gran fiesta con motivo del 18 cumpleaños de Leonor.
Según lo publicado por el sitio web de Lecturas, Leonor jurará la Constitución la mañana del 31 de octubre en una sesión solemne en el Palacio de las Cortes en la que estará arropada por sus padres, su hermana Sofía y, se rumora que también la reina Sofía.
Posteriormente, de acuerdo con el citado medio, la familia se reunirá en el palacio de El Pardo donde tendrá lugar un almuerzo que reunirá a la mayoría de los miembros Borbón-Ortiz, incluido el rey Juan Carlos I, que viajará desde Abu Dabi para estar al lado de su nieta en un día tan especial.
Esta decisión por parte de Casa Real da a entender que hay que esperar un poco más para poder ver a la heredera al trono lucir su primera tiara y codearse con el resto de los príncipes y princesas de su generación.
Letizia quiere diferenciar la monarquía española
En los últimos años, Letizia ha impulsado una serie de cambios en la Casa Real con el objetivo de distinguirse del resto de las monarquías. Pero estas decisiones han sido criticadas por algunos sectores, que las consideran una pérdida de la identidad y la tradición de la monarquía española.
En el caso de la princesa Leonor, la decisión de no celebrar una fiesta de puesta de largo supone una pérdida de una tradición que se ha mantenido durante siglos en las monarquías europeas. Esta decisión también supone una diferencia importante con otras monarquías, como la británica o la sueca, que celebran grandes fiestas de puesta de largo para sus jóvenes príncipes y princesas.
La tradición de la puesta de largo de las princesas europeas se remonta a siglos atrás. Se trata de una fiesta en la que la princesa, ya mayor de edad, se presenta en sociedad y comienza su vida como adulta. En España, la última princesa que tuvo una fiesta de puesta de largo fue la infanta Elena, en 1990. La princesa Leonor, por su parte, se convertirá en la primera princesa de Asturias en no tener una fiesta de este tipo.