El 17 de agosto pasado, Leonor se matriculó en la Academia General Militar de Zaragoza para cursar su primer año de formación militar con el ejército de tierra. Al concluir el curso, que se dividirá en dos partes para ella, recibirá la máxima condecoración, sin importar sus resultados, y esto no afectará a sus compañeros. A pesar de que la princesa, al igual que Letizia, tenía aprehensiones acerca de esta formación, le hubiera gustado empezar la universidad como el resto de sus compañeros. Sin embargo, no le queda más opción que seguir este camino como futura Jefa de Estado. Mostró entusiasmo en su primer día y estaba muy motivada.
A pesar de que la formación es exigente, Leonor la está superando. Está logrando un rendimiento muy alto al que no está acostumbrada, y aunque sus padres no quieren que se hagan distinciones con ella en función de sus resultados, debe superar todas las pruebas. Letizia, preocupada por su hija, ha solicitado un informe militar al centro para conocer su estado. Aunque sabe que esto no es lo suyo, Leonor se esfuerza por cumplir con el protocolo y su destino.
Leonor se encuentra sobrepasada
Desde la Academia se comparten imágenes de los nuevos cadetes aprendiendo a utilizar armas como el fusil de asalto FUSA HK, un arma de fuego ligera fabricada en España y Alemania. Aunque en las imágenes no se ve a Leonor, puede ser porque se ha negado a usar armas o porque Letizia no quiere que esa imagen de la futura reina de España quede registrada en internet. Leonor tampoco está dispuesta a disparar a animales, ya que es amante de los seres vivos y su dieta se basa en superalimentos.
A pesar de esto, Leonor participa en el riguroso entrenamiento de los cadetes, que incluye largas caminatas campo a través temprano en la mañana, y ha colaborado con sus compañeros para levantar un campamento base. La princesa se ha preparado concienzudamente y se mantiene en excelente forma física, ya que el esfuerzo es considerable. Termina agotada y derrotada en la cama al final del día. Los fines de semana prefiere pasarlos con sus nuevos amigos en lugar de regresar a Zarzuela con sus padres. Los cadetes deben enfrentar situaciones extremas y estar preparados tanto física como psicológicamente, sometiéndose a condiciones climáticas adversas como calor, frío o lluvia.