Es de sobras conocido que, por mucho que Leonor iniciara recientemente sus estudios militares en la academia militar de Zaragoza, no es algo que le hiciera precisamente ilusión a su madre, la Reina Letizia. Es más, tal y como contó en su día Pilar Eyre, las discusiones al respecto entre los reyes Felipe y Letizia fueron muy subidas de tono, entre otras cosas porque la reina no quería saber nada de esta instrucción militar de su hija.
Y es que uno de los motivos por los cuales Letizia no quería perder de vista a su hija es porque, como bien saben los que conocen a la mujer de Felipe VI, la reina siempre me ha gustado tener muy controlados todos y cada uno de los aspectos de la vida de sus hijas, tanto de la futura reina de España, de su hermana, la princesa Sofía.
Leonor está cada vez más aislada de su familia
Uno de los aspectos clave de este control por parte de su madre en la vida de Leonor es el que gira entorno a la relación que tiene la futura reina con su familia paterna, especialmente con sus primos, los hijos tanto de la infanta Cristina como de la infanta Elena.
Por mucho que sea de sobras conocido que apenas tiene relación con sus abuelos paternos y con sus tías paternas, con sus primas, especialmente con Irene, la única hija de la infanta Cristina, mantenía hasta ahora una relación mucho más cordial y estrecha que la que mantenía con su otra prima de la familia de su padre, Victoria Federica.
Hemos tiempos, a medida que Irene se ha ido acercando cada vez más a Victoria Federica, Leonor se ha ido alejando también cada vez más de Irene, entre otras cosas porque a su madre no le hace precisamente mucha gracia que su hija tenga una relación cordial con ella.
Cuentan además que, más allá de la sobreprotección de Letizia, algunos aspectos del carácter de Leonor no acaban de encajar muy bien en la Irene, mucho más modesta en muchos sentidos y mucho más terrenal que la hija mayor de Letizia, que en algunos aspectos parece ser que ha heredado ciertas características de carácter de su madre.