Leonor se está preparando para convertirse en la heredera al trono en un plazo potencialmente más corto de lo anticipado. Aunque Letizia y Felipe lograron mejorar la reputación de la monarquía, las recientes afirmaciones de Jaime del Burgo han afectado negativamente a la imagen, especialmente la de la reina. En este momento, los reyes están enfocados en evitar que su hija sufra las consecuencias de esta situación, similar a lo que le ocurrió al actual rey con Juan Carlos. Mientras tanto, la princesa está inmersa en su entrenamiento militar, y el próximo mes de junio será distinguida con el máximo reconocimiento del ejército de tierra. Posteriormente, dejará la Academia General Militar de Zaragoza para unirse a la escuela naval militar como guardamarina, donde se reunirá con sus compañeros de tercer curso.
La princesa está experimentando esta etapa que contribuye a su desarrollo y le proporciona cierta autonomía e independencia distante de Zarzuela. En la semana pasada, la hermana de Sofía participó en una competición deportiva entre academias en Murcia, regresando a Zaragoza con dos medallas de plata y un trofeo. Leonor ha compartido experiencias más cercanas con sus compañeros, sintiéndose plenamente integrada. Además, ha tenido la oportunidad de explorar las instalaciones de la Academia del Ejército del Aire, donde completará sus estudios durante el periodo 2025-2026.
Leonor recibe ayuda para no abandonar
A pesar de la decisión de los reyes de evitar tratos preferenciales para su hija en la Academia, hay aspectos que no pueden pasarse por alto. A diferencia de sus compañeros, Leonor cuenta con una tutora y un entrenador personal para una preparación más intensiva. Aunque la formación militar es rigurosa y muchos estudiantes abandonan, ella no tiene esa opción. Aunque su rendimiento no sea óptimo, está obligada a completar todos los cursos. También disfruta de una sala privada para su tiempo libre o reuniones, así como de un baño de uso exclusivo. Se toman precauciones para evitar cualquier fotografía comprometedora de Leonor.
Ahora todo es más fácil, pero los inicios fueron muy duros. Felipe le hizo entender que debía aguantar por la corona. Su misión es ser reina de España, y es una parte del duro proceso. Le hizo ver que se sentía muy orgullosa de ella.
Antes de entrar a la academia ya se le exigió una buena preparación física, se la preparó en ese aspecto, pero también en el terreno mental. Leonor se encuentra inmersa en una carrera exigente que no eligió por preferencia personal. Reconoce que es su responsabilidad, aunque no siente entusiasmo por ello. A diferencia de sus compañeros, no tiene la opción de abandonar en ningún caso, ya que está obligada a completar los tres años de formación en los tres ejércitos. Se enfrenta a un desafío formidable, y no todos los jóvenes logran llegar hasta el final.
Para apoyarla en este camino, Leonor cuenta con la asistencia de un profesor privado y una tutora, la Teniente Coronel Margarita Pardo de Santayana en el Cuarto Militar.