La reina Letizia es conocida por su compromiso con la alimentación saludable y ha inculcado este hábito en su familia, incluyendo a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, así como al rey Felipe VI. La monarca ha supervisado de cerca las dietas de sus hijas, asegurándose de que limiten su consumo de alimentos poco saludables como fritos, carne en exceso, dulces y procesados. Incluso intervino en los menús escolares de los colegios donde estudiaron Leonor y Sofía. Sin embargo, recientemente se ha revelado que cuando las jóvenes princesas están lejos de su madre, pueden dar rienda suelta a sus antojos y abandonar temporalmente sus estrictas dietas.
Hace poco, la princesa Leonor disfrutó de su primera escapada lúdica con sus amigos de la Academia Militar de Zaragoza, donde ha estado entrenándose como cadete. Durante esta aventura, se permitió un capricho culinario, dejando a un lado su dieta habitual. El lugar elegido para su incursión gastronómica fue el bar El Tuno, en la Plaza de San Francisco, conocido por atraer a jóvenes universitarios y cadetes.
La rebelión gastronómica de la princesa Leonor en su primera salida con amigos en Zaragoza
Testigos presenciales informaron que la heredera al trono de España se unió a un grupo de aproximadamente 25 jóvenes de su edad, todos ellos compañeros de su promoción de cadetes. Vistiendo con un atuendo informal, que incluía una camisa rosa y pantalones negros, intentó pasar desapercibida usando grandes gafas de sol para proteger su identidad. En el bar, Leonor y sus amigos disfrutaron de pizzas, bocadillos, hamburguesas con beicon, morcilla y huevos rotos, acompañados de Coca-Cola y agua. Esta elección de alimentos contrasta con la dieta impuesta por su madre, la reina Letizia, que se basa en la ingesta de verduras, pescado, frutas y otros alimentos saludables.
La visita al bar duró alrededor de una hora, ya que la Princesa y sus amigos tenían una revista programada a las 21:30 horas, de acuerdo con el código de conducta de la academia. Por este motivo, optaron por tomar un taxi para recorrer los seis kilómetros de regreso a la academia después de pagar una cuenta de 170 euros, que compartieron por igual entre ellos.
Orgullo y emoción en el bar El Tuno
El dueño del bar, Isidro Francés Ruiz, expresó su "orgullo" por haber recibido a la Princesa Leonor en su establecimiento. Considera que es un "honor" haber sido parte de la primera escapada de la heredera al trono y elogió la amabilidad de la joven hacia su equipo. “Ella se mostró muy agradable y fue una más del grupo. Creo que algún cliente les hizo fotos, aunque iba acompañada por dos policías secretos”, dijo, haciendo referencia a la presencia de dos agentes de seguridad privada asignados por Casa Real para proteger a la primogénita de Felipe y Letizia. Y agregó: “Para nuestro negocio es muy importante que haya venido la Princesa de Asturias. Sus escoltas fueron muy correctos y se sentaron en otra mesa separada de los cadetes”.