La fiesta de cumpleaños de Leonor ha sido todo un éxito, o al menos a medias. Aunque se ha podido ver a toda la familia real reunida, no es como si hubiera sido cercana durante toda la fiesta en El Pardo. Se pudieron notar las diferencias a mitad de la celebración, como el hecho de que los Ortiz Rocasolano estuvieron por un lado y los Borbón por otro. Fue notable el distanciamiento entre estas personas que deberían ser familia, pero que no lo aparentan ni siquiera.
Hemos visto de todo en El Pardo, desde Juan Carlos I sonriendo al lado de sus hijas hasta la ausencia de Victoria Federica, pero hay un caso particular que vale mucho más la pena mencionar por lo curioso que es, y tiene que ver con Carla Vigo.
La sobrina de la reina supuestamente tiene una buena relación con ella y con sus primas reales, y decimos esto debido a que durante los últimos meses se ha podido notar lo contrario. Carla Vigo no ha estado en un buen momento, ni de salud ni de trabajo, y a la reina Letizia ha parecido no importarle en absoluto las condiciones de su sobrina, y ahora, de paso, la obliga a estar en una esquina sin más en la fiesta de Leonor.
No hay feeling ni cercanía entre Carla Vigo y sus primas
A diferencia de Victoria Federica que no ha querido aparentar y se ha ido de viaje, Carla Vigo no pudo hacer lo mismo. Tuvo que cumplir con su asistencia a la fiesta de cumpleaños de su prima, pero se veía totalmente fuera de lugar. No conseguía congeniar con El Pardo y su lujo a mitad de una de las fiestas más importantes de España.
Se dice que fue "obligada" a asistir a la fiesta, y de cierta forma tiene sentido. La mitad de los invitados en aquella fiesta fueron invitados para aparentar, no porque de verdad quisieran invitarlos. Si por la reina Letizia hubiera sido no hubiera invitado a nadie de la familia del rey, pero lo más importante era dar una imagen de "familia perfecta".
Carla Vigo estuvo del lado de los Ortiz Rocasolano, pero no hizo gran cosa. Dejó la evidente mancha de que muchos estaban ahí por obligación que por otra cosa, rompiendo un poco la buena imagen que quería dar Letizia y Zarzuela.
La familia estaba dividida, aquello no era una fiesta
La sobrina de la reina no es la única prueba de que la fiesta de El Pardo no fue perfecta, ya que el hecho de que la familia paterna y materna de la princesa estuvieran por separado da mucho de qué hablar. Es evidente que toda familia tiene sus problemas, pero la familia real tiene tantos ahora mismo que es difícil saber si siguen siendo una familia. Pese a todo esto, nada quita el hecho de que Leonor haya pasado por el día más importante de su vida hasta ahora.