Se ha dicho una y mil veces que 2023 será un año trascendental para Leonor de Borbón, también uno debatiblemente difícil, todo a causa de sus nuevas responsabilidades reales, ya empezó sus estudios en la academia militar de Zaragoza. Finalmente, después de incertidumbre y dudas respecto a si la princesa de Asturias haría caso a su padre o a su madre, ni ella ni Letizia estaban de acuerdo con la idea de la academia militar, pero es lo que ha acabado ocurriendo, parece ser que al final del día los deseos del rey son absolutos.
Mayoría de edad, imagen y relaciones familiares
Todos estos años Leonor se ha refugiado en las piernas de sus padres y ninguna de las polémicas que rodean a los reyes han salpicado a su hija mayor salvo rumores. Se habla de que la princesa de Asturias también influencia en las decisiones de su madre, o que por ejemplo, no soporta a sus primos de Marichalar, pero al final todo queda en que Leonor no es conocida públicamente más allá de la imagen perfecta que le ha construido la casa real, la de heredera de notas perfectas y excelente desempeño académico, pero ahora le toca a la hija mayor de Felipe VI y Letizia empezar a forjar su propia imagen.
Ya estando en la academia, a Leonor de Borbón solo le resta continuar completando sus estudios hasta que se gradúe en la Academia del Aire en 2026, año en el que inmediatamente iniciaría sus estudios universitarios, si nos apegamos a los deseos de su padre, probablemente será Derecho. Si se le permite a la princesa de Asturias decidir, probablemente se inclinaría por una carrera más matemática, pero quedándonos solo en 2023, lo más importante que se aproxima para Leonor de Borbón es su mayoría de edad e inmediata juramentación, podría ocurrir el 31 de octubre, y acá empiezan las tensiones pues, hasta donde se sabe Juan Carlos I estará presente en contra los deseos de Letizia.
Esto destapa la interrogante de si cambiará algo respecto a las relaciones familiares de la heredera al trono, quien cada vez parece estar más y más aislada de su familia, resultado de las decisiones de su madre, especialmente si nos fijamos en sus primos, ya que no se lleva con ninguno. Por el lado de los Marichalar, ni Froilán ni Victoria Federica se llevan con su prima, esto es algo que ocurriría desde muy pequeños cuando más se frecuentaban, ahora siendo jóvenes adultos no se tragan.
Por el lado de los Urdangarin ocurre lo mismo, Felipe VI y Letizia han hecho todo lo posible por alejar a su hija de sus influencias y obviamente las polémicas de los padres. El caso Nóos aún sigue muy fresco en las mentes del público y este escandaloso episodio nos regresa de vuelta a Juan Carlos I. A primera vista no parece que las relaciones de Leonor de Borbón cambien demasiado, podría ser una reina tan disruptiva como su madre, pero poco se puede afirmar mientras la princesa de Asturias aún continúa con su formación.