Leonor llegó a este mundo el 31 de octubre de 2005 y su camino ya estaba completamente trazado. Siendo la futura reina de España, debe cumplir con múltiples requisitos institucionales. Ahora que es mayor de edad, sus responsabilidades de cara al futuro empiezan a cobrar relevancia. Y es que la hija de los reyes Felipe VI y Letizia está muy lejos del promedio, prueba de ello es su educación y costumbres. Cuando iba al colegio, pedía reverencias a los demás estudiantes. Hoy en día, su actitud es la de una reina.
Letizia es la pieza clave en la formación de Leonor, ha ejercido el control absoluto en su vida desde que nació. No dejó a un lado su papel de reina, supo mantener su vida privada en armonía con sus funciones públicas todo este tiempo. Esta dedicación podría haber sido un exceso, puesto que la princesa de Asturias parece ser demasiado pretenciosa. Jaime Peñafiel, periodista experto sobre la casa real, comentó algo al respecto. “Las está preparando para que aprendan este protocolo caduco y denigrante de las monarquías decimonónicas”, escribió para el diario La República.
La infanta Sofía, a pesar de no ser la heredera al trono, recibió las mismas instrucciones que su hermana. Pero es sobre todo la princesa quien demuestra tener demasiada dignidad. Peñafiel informó lo que dijeron dos madres del colegio Santa María de los Rosales al que asistió. “A la Princesa de Asturias se le ha subido el Toisón de Oro a la cabeza porque les ha dicho a sus amigas que ‘de ahora en adelante tendréis que hacerme una reverencia’”, afirmó. Creciendo entre algodones, privilegios y el futuro de una monarquía, la joven cree tener al mundo a sus pies.
Leonor, la inalcanzable
Hace poco, quedó patente el carácter con el que Doña Letizia rige la trayectoria de sus hijas, especialmente con su primogénita. Durante un evento, la prensa le preguntó a la futura reina lo que quiere ser cuando sea grande. Si va a estudiar Derecho, como hizo su padre en la Universidad Autónoma de Madrid y cursará un máster en relaciones internacionales. O, si, por el contrario, se irá al extranjero para cursar otra carrera. Antes de que pudiera decir nada, su madre se adelantó contestando tajante: “Lo que quiere no, lo que debe ser”.
Hoy en día, la nieta de los reyes Juan Carlos I y Sofía no exige reverencias. Estando en la Academia Militar es un soldado más en formación. Las reglas y convencionalismos sociales de afuera no afectan la dinámica interna. Excepto, tal vez, el uso más controlado de celulares para evitar filtraciones. El resto continúa con la misma rigidez que siempre.
Los días libres, eso cambia. No deja que se acerquen a hablarle directamente. Como cuando estaba en la discoteca FITZ con sus amigas, ocupando un reservado junto a la cabina del DJ. En ese lugar seguía siendo exclusiva, nadie podía acercarse a pocos metros de ella ni intentar conversar. Así que Leonor se toma su futuro como reina de España con mucha seriedad. De hecho, ya se considera en funciones.