Durante muchos años, el triángulo amoroso entre Lady Di, Carlos III y Camilla Parker-Bowles fue el más famoso en la historia contemporánea de la Familia Real británica. De hecho, la princesa Diana indicó en su entrevista más polémica que su matrimonio siempre estuvo muy “abarrotado”, ya que eran tres en esa relación”. Sin embargo, con la reciente publicación del libro de memorias del príncipe Harry, ‘Spare’, se ha confirmado que Lady Di y Carlos III tuvieron otro trío durante toda su relación, por lo que nunca fueron tres, sino cuatro. Según las declaraciones del duque de Sussex, Lady Di no solo debía compartir a su marido con su actual madrastra, sino también con ‘Teddy’, el oso de peluche de su padre.
En uno de los capítulos de la autobiografía de Harry, el hermano pequeño del príncipe Guillermo reveló cómo fue la infancia de su padre en el internado Gordonstoun, un lugar donde se sentía “horriblemente intimidado” por sus compañeros y por algunos de sus profesores. El príncipe Harry indicó que Carlos III fue enviado a dicho internado por su padre, Felipe de Edimburgo, quien quería “endurecerlo” para que no mostrara su lado más vulnerable a la hora de ascender al trono. “Lo recuerdo murmurando siniestramente que casi no sobrevivió”, contó el duque de Sussex.
Carlos III se llevó su oso de peluche de la infancia a la cama que compartía con Lady Di
Durante su terrible estancia en Gordonstoun, el primogénito de la reina Isabel II decidió refugiarse en el oso de peluche de su infancia, con el que durmió durante más de 40 años, incluso cuando ya se había casado con Lady Di, por lo que Diana tuvo que compartir su cama con ‘Teddy’, el osito de peluche de su marido, dado que él se negaba a deshacerse de él y no podía conciliar el sueño si no lo tenía cerca. De esta manera, se conformó uno de los tríos más inesperados de la realeza británica.
"Con la cabeza gacha, agarrando su osito de peluche, que todavía tenía años después. Teddy iba a todas partes con mi padre. Era un objeto lamentable, con brazos rotos e hilos colgantes, agujeros remendados aquí y allá", explicó el príncipe Harry en su libro.
La gran obsesión del rey Carlos III por su oso de peluche de la infancia
Según algunas fuentes cercanas a la Familia Real británica, la obsesión de Carlos III por su oso de peluche era tan excesiva que ‘Teddy’ solía ser lo primero que empacaba cuando debía cumplir con sus viajes oficiales alrededor del mundo. De hecho, el soberano británico le asignó su propio mayordomo a su oso de peluche para que lo cuidara y no sufriera ningún daño, dado que estaba visiblemente deteriorado por el paso del tiempo.
De acuerdo con el autor Christopher Andersen, la única persona que puede manipular a ‘Teddy’ y arreglar sus costuras es su vieja niñera. “Él todavía viaja con un osito de peluche de la infancia. Lo ha tenido desde que era un niño muy pequeño… La única persona a la que se le ha permitido reparar el osito de peluche del rey Carlos es su niñera de la infancia, Mabel Anderson, a quien sigue siendo muy cercano”, indicó el escritor.