Los hijos de Carlos III por lo general son objetivo de la atención de los medios de manera constante. A principios de año se les mencionaba mucho por la publicación de las memorias del príncipe Harry, donde hablaba, entre muchas cosas, de lo difícil que era su día a día con su familia, especialmente su padre y su hermano, el príncipe Guillermo, con quien había llegado incluso a los golpes en una ocasión.
Es un ambiente que no ha resultado sano para ninguna de las partes y no les ha traído nada bueno, cada vez que se vuelven a encontrar en algún evento la tensión es absoluta, no toleran juntarse para nada, y al menos parece ser que el príncipe Guillermo y Kate Middleton intentan aprender algo de esta situación.
En casa del príncipe Guillermo y Kate Middleton todos siguen las mismas leyes
El hijo mayor de Carlos III y su esposa tienen muy claro cómo quieren educar y criar a sus hijos, lo sabemos gracias al medio The Sun basándose en fuentes cercanas a la familia, quienes explican el método de crianza de los príncipes de Gales, y los puntos fundamentales bajo los que se rigen para evitar situaciones indeseadas en la medida de lo posible.
Lo primero de lo que hablan y es especialmente importante, es la prohibición de gritar en su casa. Ni los padres ni los hijos tienen permitido levantar la voz, esto con la intención de evitar que empiecen situaciones a partir de gritos y una forma de dejar claro que una correcta comunicación es indispensable para llegar a un buen entendimiento. De esta forma, en caso de empezar alguna discusión siempre pueden abordar el tema desde el inicio y evitar que llegue a mayores. Si el problema empieza entre sus hijos mayores, George y Charlotte, entonces apartan a Louis para tocar el tema sin involucrarlo en caso de que no sea necesario.
Si todo lo demás falla, siempre les queda el “chat sofá”
Los príncipes de Gales tienen un arma especial, funcional incluso en los momentos de rabietas intensas que puedan armar George, Charlotte o en especial Louis, que por tan solo tener 5 años puede ser especialmente incapaz de controlar sus emociones y montar una escena en cualquier circunstancia, momento para el cual los príncipes de Gales ya están preparados.
En lugar de gritar o asignar un castigo por cualquier acto indeseado, buscan el entendimiento mediante el diálogo, toman al hijo que haya causado el problema y se sientan junto a él, le hablan sobre lo que acaba de hacer y las consecuencias que eso le acaba de acarrear, de forma que tome conciencia de sus acciones y entienda que debe rectificar de alguna forma.
Incluso hemos visto como Kate Middleton ha hecho uso de esta técnica en público, específicamente con su hijo Louis, calmando a su hijo y evitando que cause un berrinche aún más grande en pleno evento.