Juan Carlos I ha tenido una gran cantidad de amantes y mujeres, siendo, por supuesto, la oficial la reina Sofía, quién ha tenido muchos dolores de cabeza debido al rey. Por supuesto, el actual rey emérito es un hombre que tendrá muchas anécdotas. Sin embargo, no ha de ser el único que las tiene, pues de seguro las mujeres que han estado con él también, y una de las anécdotas que han contado sobre el rey deja claro algo: Juan Carlos I es un tacaño.
Esto lo podemos saber debido a dos evidencias muy claras, y no hace falta ser detective para descifrarlas. La primera, es que el rey Juan Carlos I nunca ha tenido grandes gestos con su esposa, no porque no la quisiera, pues al final era la madre de sus hijos, sino porque no quería hacer “gastos” que pudieran comprometer a su bolsillo, un poco incoherente dado que el rey emérito tenía una gran fortuna en aquellas épocas en las que se podía ver los regalos que le hacía a la reina. La otra evidencia, es un testimonio de Bárbara Rey sobre el emérito.
El rey emérito no gastaba dinero de más en sus mujeres, aunque fueran eso, sus mujeres
Por lo general, los hombres con gran poder adquisitivo suelen hacerle regalos caros a sus esposas o amantes, o quizás no regalos tan caros, pero sí una buena cantidad de regalos. El rey emérito no hacía nada de esto. A su esposa rara vez le hacía un regalo, y siempre que le hacía un regalo, era algo mínimo. En parte, se entendía un poco dado que, al fin y al cabo, el matrimonio que llevaba el rey y la reina era uno de conveniencia. Sin embargo, no solo era así con su esposa, sino que también era así con varias de sus amantes.
La que más ha hablado sobre esta actitud del emérito fue Bárbara Rey, la que cargó duramente con quién fue su amante contando lo siguiente: “Me regaló una monedita de oro y cuando fui a empeñarla no me la cogieron porque era de 14 kilates y lo mínimo eran 18”. Esta afirmó que, pese a que ella le daba todo de sí al emérito, desde apoyo y amor, este nunca tuvo un gesto económico con ella pese a que se lo podía permitir, además, tampoco ayudó a la ex vedette en la época en la que estuvo con graves problemas económicas, aclarando que incluso tuvo que vender sus propias joyas para darle de comer a sus hijos, algo con lo que Juan Carlos I ni se inmutó.
La reina Sofía tuvo que vivir esto durante toda su vida, resolviendo sus gastos de la mejor forma que podía y sin contar, al menos no todo el tiempo, con el emérito. Obvio este velaba por los gastos de sus hijos, pero nunca tuvo grandes gestos con su esposa. Es decir, un regalo, un viaje especial ni nada por el estilo. Al menos estas dos mujeres que compartieron su vida con Juan Carlos I tuvieron la desgracia de no tener el favor económico del emérito.