Todos sabemos que Juan Carlos I ha tenido una vida, cuanto menos, interesante. El Borbón ha sido fiel a su apellido y ha tenido aventuras de todo tipo y ha estado envuelto en polémicas hasta decir basta, lo cual ha perjudicado un poco su imagen actual. Sin embargo, eso no quita que sea el rey emérito de España (y que haya sido rey por un largo periodo de su vida).
Actualmente Juan Carlos I ha “controlado” su vida por la edad y porque hay una mujer en la familia real que le ha puesto rectitud: la reina Letizia. Él consideraba a su nuera como una mujer no apta para el puesto y al final se ha visto exiliado por, se presume, la presión y los deseos de esta mujer. Sin embargo, antes de la reina Letizia hubo otra mujer relacionada con Juan Carlos I que le hizo la vida un tanto complicada, dejándolo recto en el proceso también: su suegra.
Federica de Hannover consideraba a Juan Carlos I un “desgraciado”
La vida de fiesta y sexo que llevaba Juan Carlos I en su época de juventud era una locura y ha quedado retratada por la gran cantidad de amantes que han salido a hablar del emérito y de la vida que él llevaba. No solo andaba con una mujer o dos, sino que andaba con varias y todas eran conscientes, y todo esto mientras que él estaba casado con la reina Sofía. Durante los comienzos de la relación de ambos la reina Sofía le pidió consejo a su mamá, o mejor dicho, le expresó su deseo de separarse de Juan Carlos I, pero Federica de Hannover fue clara: “son cosas que una reina ha de aguantar”.
Federica de Hannover, siendo reina consorte también, tuvo que vivir infidelidades y momentos que tuvo que soportar. A esto se refería cuando le dio tal “consejo” a su hija, todo para que la misma siguiera en la corona. El caso es que esto se quedaría en la memoria de Federica de Hannover y conforme la apariencia de Juan Carlos I se hacía pública como un amante y un lujurioso, el trato entre este y su suegra se encrudeció.
La madre de la reina Sofía llegó a considerar a Juan Carlos I como un desgraciado, un hombre “menos que nada” y que no valía la pena. “Lo único que tiene es el título” decía la reina consorte de Grecia. Esta no solo dejó su mala relación con Juan Carlos I en algunas palabras que le dedicaba al rey, sino que también, durante cierta época, hizo que Juan Carlos I “controlará” un poco sus acciones. El actual emérito en aquella época fue más cuidado con su imagen para no crear tanta polémica y también fue más cauteloso con sus amantes, teniendo a muchas escondidas para evitarse problemas con Federica de Hannover, la cual le tuvo la vista muy encima durante estas épocas. De seguro Juan Carlos I ve una especie de Federica de Hannover en la reina Letizia.