Cuando se trata de la corona, las controversias matrimoniales vienen desde bastante atrás. A pesar de que actualmente son Felipe VI y Letizia quienes están en el ojo del huracán, las hermanas del rey han pasado por lo mismo, más recientemente la infanta Cristina e igualmente la infanta Elena, quien ya tiene bastantes años divorciada, pero aún antes de ellos estaban los eméritos, Juan Carlos I y Sofía de Grecia.
Los eméritos, a pesar de seguir legalmente casados, ya poco tienen que ver el uno con el otro, y esto no solo es así desde que empezaron a vivir apartados, sino que aún cuando vivían juntos su matrimonio ya era una pantalla, una forma de aparentar que las cosas estaban bien, pero sabemos que llegaron a extremos de desentendimiento tales que Sofía de Grecia no tenía de otra que aceptar las infidelidades de su esposo, pues eran demasiadas, sabía que existían pero carecía del poder para evitarlas.
Para bien o para mal, la situación entre Felipe VI y Letizia difiere de aquella de los padres del rey, y es que al menos al principio los actuales reyes tenían una complicidad bastante evidente, estaban enamorados o al menos demostraban estarlo, pero después de todo lo que ha pasado durante el último año, y especialmente los últimos meses, no quedan ni las partículas más pequeñas de ese amor. Felipe VI y Letizia están peleados y se siguen debatiendo dentro de Zarzuela cuál es la mejor forma de pasar página y seguir con sus vidas.
¿Divorcio definitivo o no? Los reyes podrían seguir los pasos de los eméritos
Desde que subieron al trono el entonces príncipe de Asturias y su esposa hicieron de todo para reformar la imagen de la corona y alejarse de los patrones de sus antecesores, los padres de Felipe VI, pero ahora resulta muy curioso la posibilidad que se plantean a día de hoy con relación a su matrimonio, y es que después de todas las peleas que han tenido a causa del caso de Jaime del Burgo y la increíble repercusión mediática que terminó tomando no hay demasiado que puedan hacer los reyes.
Hasta el momento han hecho uso de su táctica estrella, el silencio; hacer como si nada ocurre y mantener las apariencias, pero según Pilar Eyre, poco o nada queda de ese matrimonio que se podía apreciar años atrás, y asegura que “si antes era un cuento, ahora ni lo intentan”.
Pocas salidas quedan para los reyes, pero se estudia que la mejor podría ser una táctica a lo Juan Carlos I y Sofía, es decir, mantener las apariencias hasta el amargo final, lo cual puede resultar bastante difícil sabiendo la situación que afrontan los reyes dentro de Zarzuela o cuando nadie los ve. No se soportan ni se toleran y sólo lo hacen cuando están en presencia de sus hijas, por lo que si no logran soportar esa decisión, probablemente lo único que les quede sea una separación definitiva, pero no es lo que quieren, especialmente Letizia, así que solo les queda tragar y seguir adelante.