La fama de mujeriego de Juan Carlos es tan conocida como las tapas en España. Casado con la reina Sofía por obligación, mantuvieron relaciones íntimas solo hasta que tuvieron un hijo varón que fuera el futuro heredero, Felipe. Después, tomaron caminos separados. Aunque en público hacían el paripé, en privado no se miraban a la cara ni se tocaban con un palo. Sofía, engañada desde el primer día, aguantó el tipo como la reina que era.
Y es que las infidelidades de Juan Carlos no son nada nuevo. Desde joven ya arrasaba entre las mujeres. En su época militar, se decía que se acostaba con cientos de ellas en los fines de semana de permiso. Le llamaban "depredador Juanito", según testimonió el excoronel Amadeo Martínez Inglés, autor del libro ‘Juan Carlos I. El rey de las cinco mil amantes’, que asegura que el ex monarca ha estado con casi 5.000 mujeres.
Aseguran que Juan Carlos I es adicto al sexo
Juanito, según el coronel, era todo un "depredador sexual", un adicto al sexo. Al “sexo duro, extravagante, indecoroso, para nada homologable con el que realizan a diario los millones de juiciosos matrimonios españoles (y no solo de derechas) servían, en primer lugar, de motivo de comentarios nada favorables para la familia real entre los altos, altísimos mandos, de la cúpula militar y, claro está también, de los que no tan altos trabajábamos junto a ellos en ese estatus especial militar de los altos secretos, la máxima confidencialidad y la seguridad del Estado”.
Y no es que haya abandonado esa adicción con la edad, ni mucho menos. A día de hoy sigue con sus andanzas. Según el exmilitar, es un "tombeur de femmes", un obseso patológico que las quiere como meros juguetes para sus fantasías degeneradas. “Necesita patológicamente a las mujeres no solo para que ejerzan exclusivamente la función de partenaire en una unión de pareja según los cánones aceptables propalados por la iglesia católica y generalmente admitidos en una sociedad medianamente permisiva y libre como la occidental, esto se queda corto para su ego viperino; este obseso patológico las quiere y necesita como meros juguetes para su fantasía degenerada y sus necesidades o vicios inconfesables”, apunta excoronel Amadeo Martínez Inglés.
Miles de euros gastados en prostitutas que elegía por catálogo
No contento con eso, el excoronel detalla que Juan Carlos I se gastaba miles de euros diarios en prostitutas de lujo. Cuenta la fuente que contrataba mujeres de todo tipo, de las que lo elegía todo, desde la nacionalidad hasta el tamaño de los pechos. “Lo normal era contratar mujeres muy especiales de fuera de España. Tanto la nacionalidad, como la altura física, como el color del pelo, como el tamaño de los pechos, como su altura social eran fijadas escrupulosamente por Juanito. Eran traídas al lugar elegido en este país para recibir en olor de “amor puro y desinteresado” al impúdico Borbón”, concluye.