Dicen que el diablo sabe más por viejo que por diablo, y es quizá la descripción perfecta del tipo de hombre que es Juan Carlos I, ya que es un hombre que ha aprendido más de la experiencia que de ser rey, aunque bueno, una cosa va de la mano con la otra. El caso es que el rey emérito siempre ha intentado estar un paso adelante de aquellos que tiene cerca, sean amigos, familiares, o incluso socios de negocios, y lo cierto es que el rey emérito no pudo evitar tener sus ojos muy encima de Letizia Ortiz cuando empezó a salir con Felipe VI.
A Juan Carlos I no le cayó para nada bien la periodista con la que estaba saliendo su hijo en aquel entonces, pero no pudo hacer mucho ya que Felipe VI estaba más que decidido en casarse con Letizia. Al emérito y a su esposa le habían puesto un ultimátum, por lo que no podían hacer mucho para evitar esta relación, pero lo que si podía hacer Juan Carlos I era ir un paso adelante de Letizia y esperar el momento perfecto a que cometiera un error para echarla de la familia.
Juan Carlos I tuvo el CNI a su servicio para tener vigilada a la novia de su hijo
Apenas el emérito supo que su hijo salía con una periodista que no venía de sangre real se puso en alerta, y para ello puso al CNI a su servicio. La clave era mantener a Letizia vigilada, aunque al principio no había nada que llamara mucho la atención y que sirviera como prueba para acabar con el matrimonio. Sin embargo, en cierto punto el rey se enteró de algo que era oro puro: Letizia estaba siendo infiel.
El rey emérito se enteró de esto con la ayuda del CNI y es que la esposa de Felipe VI siempre salía de Zarzuela con la excusa de que iba a visitar a su madre, Paloma Rocasolano, algo que para muchos tenía sentido excepto para Juan Carlos I, por lo que puso a los agentes a seguir y a investigar a la esposa de su hijo y dieron con que se reunía con Jaime del Burgo en la calle Miguel Ángel, en Madrid.
Después de muchos años, Juan Carlos I tenía algo con lo que echar a Letizia de la familia
De lo que Juan Carlos I se enteró era algo increíble, algo que sería un escándalo, por lo que decidió dejar todo entre familia, contactando primero con su hijo y enseñándole las pruebas que tenía. Era algo devastador, ya que su esposa se estaba acostando con su cuñado. Era una locura y cualquiera otro hombre se hubiera separado, y eso es lo que quería Juan Carlos I, pero su hijo hizo lo contrario. Se mantuvo con Letizia pese a la crisis que tuvieron debido a las infidelidades de la consorte, algo que quizá no le agradó mucho al rey emérito, pero al menos se quedó con la satisfacción de que tenía razón respecto a aquella periodista desde el primer momento en que la vio.