Juan Carlos I ha vuelto a pisar suelo español recientemente en una visita llena de misterio y controversia. Aunque oficialmente se dijo que se trataba de un viaje para recibir atención médica y participar en algunas actividades recreativas, fuentes cercanas a su entorno revelan que hay mucho más en juego. Detrás de las aparentes revisiones médicas y las regatas en Sanxenxo, se esconde una trama de reuniones secretas, millones de euros en juego y un posible testaferro.
Desde que abandonó España y se instaló en Abu Dabi hace casi tres años, el padre de Felipe VI ha estado bajo la lupa debido a escándalos fiscales y privados que lo han señalado. Ahora, algunas fuentes cercanas al emérito han revelado que este viaje no ha sido en absoluto placentero, sino más bien una oportunidad para poner en orden su herencia y negociar detalles del divorcio de su hija, la infanta Cristina, con su ex yerno, Iñaki Urdangarin. "Este viaje, desde el primer día, no ha sido de placer, sino de negocios", afirman las fuentes.
Propiedades a nombre de terceros
Según informes del medio digital Vozpópuli, Juan Carlos I ha utilizado su visita a España para liquidar asuntos económicos y dejar en orden su patrimonio. Fuentes cercanas al emérito afirman que sus propiedades en Galicia y Cataluña, registradas a nombre de terceras personas, están en juego. Para asegurarse de que sus hijas, las infantas Elena y Cristina, puedan heredar estas propiedades, Juan Carlos buscará venderlas o transferirlas a su nombre. Sin embargo, en el contexto actual, un cambio de titularidad resulta complicado.
"A Galicia ha venido a eso. Se ha pasado todos los días firmando papeles. También ha llegado a un acuerdo con un testaferro catalán. En Sanxenxo apenas ha navegado tres horas para que los periodistas tuvieran la foto", reveló el informante, asegurando que el propósito real de su visita no era adquirir una nueva propiedad en esa zona costera, sino asegurarse de que las propiedades existentes pasen a ser suyas legalmente.
Encuentros con el entorno de Iñaki Urdangarin
Pero hay más en juego que solo propiedades. Durante su estancia en España, Juan Carlos I también ha tenido encuentros con el entorno de Iñaki Urdangarin, su ex yerno. Según las fuentes, "Juan Carlos I es consciente de la información que tiene su antiguo yerno, y no quiere que sea utilizada no ya para dañarle a él, sino a la actual Casa Real y a la jefatura de Estado de Felipe VI”, por lo que estas reuniones tenían como objetivo negociar diferentes asuntos y evitar que se utilice esa información en su contra. Cabe recordar que el monarca y el ex duque de Palma estuvieron involucrados en negocios conjuntos durante la relación del rey emérito con Corinna Larsen. Esas operaciones, realizadas a través de varias sociedades, podrían haber sido objeto de revisión durante su segunda visita a España tras el exilio
. La visita de Juan Carlos I a España ha dejado en evidencia una vez más las complejidades y los secretos que rodean a la monarquía española. Mientras las autoridades y los medios oficiales tratan de presentar el viaje como una cuestión médica y recreativa, las fuentes cercanas al ex monarca revelan una trama mucho más intrigante.