De todas las adicciones que podría tener alguien tan conocido como Juan Carlos I teniendo en cuenta su historial, no resulta difícil deducir cuál sería su peor adicción. Conocido por su enorme fortuna estimada en más de 2.000 millones de euros, así como por su amor por las mujeres, parece que el propósito del emérito es establecer el record Guiness de mayores infidelidades dentro del matrimonio y hacerlo automáticamente imbatible, pues de otra forma resulta difícil explicar su aún creciente obsesión con el sexo y las mujeres.
Juan Carlos I es tachado de adicto al sexo y "casanova de medio pelo"
Ya son más de 70 años desde que Juan Carlos I inició con sus travesuras y es incuestionable que a lo largo de todos estos años el emérito ha disfrutado de todas las mujeres que su cuerpo y dinero le han permitido, en antaño ninguno era un problema, pero ahora a pesar de su extremadamente inmensa fortuna, su cuerpo ya no es lo que era, los achaques de la edad no se pueden ignorar así como así. Desde hace más de un año que algunos medios lo sentenciaron a la silla de ruedas, y aunque aún no le llega la hora, tampoco parece que vaya a detenerse con las mujeres hasta que toque la tumba.
El coronel retirado Amadeo Martínez Inglés es tajante con el emérito en libro Juan Carlos I: “El rey de las cinco mil amantes”, un verdadero trabajo de historia en el cual el autor utilizó todo el conocimiento e información adquirido durante su vida como militar activo para forjar una obra que todos querían leer, pero que ninguna editorial se atrevía a publicar hasta que finalmente Chiado se atrevió a dar el paso al frente.
Aunque Amadeo Martínez Inglés asegura que en su libro recopila un total de 4.786 casos de mujeres que fueron amantes de Juan Carlos, también está más que seguro que a día de hoy la cifra que vende en su portada ha sido más que superada. Ni el exilio ni la edad hacen parar a Juan Carlos I, que desde hace décadas ha estado gastando dinero desde España para traer de todas partes del mundo a damas que sean de su gusto y posteriormente compensar cualquier problema que pueda haber. La jugada en parte le salió bien pues es muy bajo el número de amantes que conocemos si ponemos el 5.000 como un total a conocer, y de las pocas que se conocen aún menos son las que resaltan, siendo apenas Bárbara Rey y Corinna Larsen algunos de los nombres que se han convertido en sinónimo de "amante del rey".
Hay rumores que simplemente pueden descartarse con la mirada. Bien son mentira o demasiado absurdos como para creerlos sin alguna prueba, pero en el caso de Juan Carlos I y su ejército de amantes, el internet ha contribuido a que se conozca cada vez más ese lado de la corona que desde Zarzuela se esfuerza en tapar con dos dedos.