Algunas de las actividades privadas de Juan Carlos I llegan eventualmente a oídos de la prensa. En determinadas ocasiones, salen a relucir las escapadas que hace con sus amigos en verano o la visita a clubes exclusivos. Además de los viajes que realiza cada cierto tiempo a sitios exóticos. De acuerdo con las revelaciones de sus allegados, el emérito tiene muchas amistades internacionales. Parece que no duda en festejar con ellos cada vez que puede. De hecho, hay una anécdota sobre la vez que no pudo ni dar un discurso después de la fiesta de cumpleaños.
En la memoria popular está grabado cierto día de conmemoración de la Pascua Militar. Ese 6 de enero, Juan Carlos I tenía que dar el tradicional discurso de la Pascua Militar para reanudar la actividad fuera del Palacio de la Zarzuela. Acompañado por Sofía de Grecia y por los entonces príncipes de Asturias, su presentación en el Palacio Real era un evento anticipado. Sin embargo, los acontecimientos tuvieron un giro inesperado. El día anterior al discurso, el rey cumplía 76 años. Cuando fue el momento de hablar ante los presentes, todos fueron conscientes de que el royal no hacía más que trabarse y flaquear.
Ana Pardo de Vera, la coautora de La armadura del rey: Un relato explosivo sobre la situación actual de la monarquía española, estaba cubriendo el evento para el periódico. “Pensaba que le estaba dando un derrame cerebral o algo así”, comentó después. Al parecer, había festejado la noche previa en Londres y no estaba en condiciones de cumplir con lo planificado. Irónicamente, los cumpleaños de un joven Juan Carlos eran los más austeros.
Los tristes cumpleaños de Juan Carlos I en su niñez
El nacimiento del padre de Felipe VI se ubica en el exilio de la familia real española, motivo por el cual vivió gran parte de su infancia lejos de sus familiares. Así pues, se radicó en España luego de estar internado en un colegio suizo. Durante su estancia en el colegio, sus días transcurrían lejos de sus padres y lidiando con compañeros malintencionados. La única persona que ejercía alguna figura fraternal era la reina Victoria Eugenia, su abuela. Se encargaba de invitarlo a comer, estaba al tanto de su higiene y su ropa.
En lo que se refiere a la celebración de su cumpleaños, no gozó de reuniones familiares o simplemente de la calidez de sus padres. En su lugar, tenía que atender otras responsabilidades más urgentes para su futuro como líder de la monarquía. Por ejemplo, en 1941, días después de cumplir 3 años, el rey Alfonso XIII (su abuelo) abdicó. De manera que el cargo recayó en el infante Don Juan, luego de que sus dos hijos mayores renunciaron. Entonces, el esposo de Sofía de Grecia se convirtió en el heredero al trono. Con 10 años de edad, empezó su formación con Franco para ser el próximo rey de España.
Los aniversarios de Juan Carlos I se convirtieron en un gran tema cuando alcanzó la adultez. ¡Qué vueltas da la vida!