Como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta que Juan Carlos I era una figura que estaba ya rodeada de mucha polémica desde hacía muchos años, la aparición del libro King Corp en el que los periodistas Javier del Olmo y David Fernández apuntan muchos secretos mejor guardados acerca de la figura del emérito durante años, no ha sido precisamente algo que haya ayudado a mejorar la imagen del padre de Felipe VI.
Entre otras cosas porque, más allá de que en el libro se hable también de todos los relacionado con sus aventuras extramatrimoniales, es en el aspecto económico donde los periodistas hacen hincapié.
Y es que uno de los motivos por los cuales la figura de Juan Carlos I hasta el punto de mira desde hace años es porque no son pocos los que aseguran que la fortuna que ha ido amasando durante muchos años no ha sido amasada de forma del todo ‘limpia’, si no a base de favores que le harían ciertos amigos y conocidos a raíz también de favores que el propio rey les hacía en su momento.
El rey Juan Carlos vendía algunos de los regalos que había recibido
En el libro se expone que, por ejemplo, cuando el rey Juan Carlos necesitaban liquidez de forma más o menos inmediata, optaba por vender algunos de los regalos que le habían hecho durante sus años de reinado. En este sentido, apuntan los periodistas que, dada su pasión por los relojes, no habían sido pocas las veces que había vendido algún reloj carísimo que le habían regalado para, entre otras cosas, comprarle joyas a Corinna, una de sus amantes más famosas.
Por otro lado, se apunta también el hecho de que el rey, un amante también de los coches de alta gama, hay estado en varias ocasiones en vender modelos que en su día le habían regalado jeques o incluso el rey de Arabia Saudí.
Evidentemente desde la institución no se ha dicho nada al respecto, pero teniendo en cuenta las informaciones que han aparecido en los últimos años en torno a la figura del padre de Felipe VI y su manera de comportarse durante su reinado, no sería de extrañar y que este mercadillo que montaba en la Zarzuela en ciertos momentos fuera más que real.