La idea de un divorcio es que, pese a los casi inevitables conflictos que siempre ocurren, ambas partes lleguen a una especie de consenso donde “nadie salga perdiendo”, sin embargo casi siempre una parte queda mejor posicionada que la otra, y entre los casos que involucran a alguien de la realeza con alguien que no proviene de la realeza, puede haber casos bastante dispares, en España tenemos dos perfectos para ejemplo, el de Jaime de Marichalar y la infanta Elena, y el de la infanta Cristina con Iñaki Urdangarin.
Jaime de Marichalar va en caída libre desde su divorcio
Se sabe desde no poco tiempo que Jaime de Marichalar se acercó a la infanta Elena por cualquier cosa, menos por amor, a ciertos integrantes de la familia real no les agradaba esta actitud excesivamente ceremonial, con la que, cual villano de película de Disney, hacía lo imposible por satisfacer ese interés obsesivo por el prestigio y la visibilidad de una vida royal, por ironías del destino, todo aquello que siempre ha añorado, y que alcanzó a disfrutar por un tiempo, está siendo arrebatado de sus manos punto por punto.
Hay cosas de las que te beneficias solo por pertenecer a la realeza, los tratos prestigiosos y los viajes internacionales no están al alcance de cualquiera, y entre otras cosas, Jaime de Marichalar ha empezado a recordar lo que es la vida de “plebeyo”, pues durante el proceso de divorcio ha perdido varias de sus comodidades, por no decir todas, como por ejemplo, el tratamiento que recibía como excelencia y su ducado, han desaparecido como vapor de agua al igual que las fotos suyas que aparecían en la página web de la Casa Real, con anterioridad podíamos encontrar a Jaime de Marichalar posando en fotos de eventos a los que había asistido, hasta eso se le ha arrebatado, por no hablar de un par de trabajos, que igualmente mantenía por estar en la realeza.
Jaime de Marichalar se había involucrado en consejos de administración de empresas como FCC y Winterthur, a los cuales había llegado gracias a ser yerno de Juan Carlos I, pero apenas llegó el divorcio su cabeza rodó sobre la mesa, así como se iba rodando su lujoso beneficio que le permitía viajar con todos los lujos a Iberia de forma gratuita.
Mientras tanto, Iñaki Urdangarin se retira de la realeza con todos los gastos pagados
Aquí hay una trama más profunda de por medio, pero después del paso de Iñaki Urdangarin por la cárcel y sus dificultades económicas, se sabe que tanto la infanta Cristina como Juan Carlos I quieren mantener feliz al ex-esposo de Cristina, el cual al contrario que Jaime de Marichalar, muy probablemente abandone la realeza con un buen número en su cuenta bancaria, se ha llegado a hablar de una indemnización de dos millones de euros, además de una pensión de 6.000 euros, números que han sido desmentidos en alguna ocasión, pero que sin embargo se deben acercar a la cantidad de dinero que Cristina y Juan Carlos I están moviendo tras bastidores para mantener a Iñaki Urdangarin alejado de la idea de publicar ese libro que escribió durante su tiempo en prisión.