En la realeza hay muchas amistades, y un número aún mayor de enemistades. Numerosos son los duetos que se baten a duelo detrás de las miradas del público, algo que ha perdurado siempre y que de seguro se mantendrá indiferentemente de que tanto se pueda ocultar de los medios o no. Tampoco es de sorprenderse pues es casi un secreto a voces la cantidad enorme de dilemas que se forman dentro de la familia real, pero hay dos miembros cuyo conflicto se ha convertido en fuente inacabable de noticias y anécdotas, haciendo referencia a la consorte Letizia y al rey emérito Juan Carlos I.
Esta es una relación que nunca ha hallado la paz. Desde que Felipe VI conoció a Letizia su padre la quería fuera y lejos de Zarzuela. No quería que su hijo estuviera con una plebeya y menos si ya estaba divorciada, pero sus esfuerzos sirvieron de poco para anular la relación. Llegó el matrimonio y poco más de una década después se convertirían en rey y reina. Hay poco que Juan Carlos I pudiera hacer, pero sus intenciones se notaban, tanto que utilizó todo su dinero para evitar que Letizia se casara, pero no lo logró.
Un cheque en blanco por irse lejos, Letizia no aceptó
No puede decirse que Juan Carlos I no intentó por todos los medios que Letizia no se casase con su hijo, pero la determinación de la ahora consorte era tan firme que ni siquiera el dinero que pudiera ofrecerle el emérito servía para disuadirla, y no le ofreció precisamente poco. En realidad no le ofreció una cifra exacta sino que la oferta del emérito consistía en entregarle a Letizia un cheque en blanco, algo que no muchos serían capaces de negar conociendo las enormes cantidades de dinero que ostenta el padre de Felipe VI, pero la consorte demostró no estar realmente interesada en el dinero de Juan Carlos I. Ella quería ser reina, quería poder.
Quienes han conocido a Letizia antes de relacionarse con el rey, coinciden en que es una mujer capaz de todo por poder y este habría sido el motivo por el cual rechazó rotundamente el cheque en blanco de Juan Carlos I.
En realidad, Letizia no buscaba la posición por el dinero que pudiera ganar a pesar de que visiblemente le ha beneficiado a ella y a su familia, sino todo lo contrario. Con la actual tensión entre los reyes varias veces a lo largo de todo el año 2023 se debatió mucho la posibilidad de un divorcio, y muchos llegan a la conclusión de que a pesar de que los reyes se separen el divorcio no va a ocurrir, pues Letizia está dispuesta a pagar mucho dinero para mantenerse en su posición a pesar de que su relación con Felipe VI se estropee irreparablemente, y de cara a la fuerte crisis que enfrentaron en diciembre los reyes, la posibilidad de una separación se siente cada vez más probable.