Juan Carlos I ha sido el centro de numerosos escándalos financieros y procedimientos judiciales que han sacudido los cimientos de la Casa Real en los últimos años. Sin embargo, su vida personal también está plagada de controvertidos secretos. En un explosivo libro titulado "King Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos I", los periodistas José María Olmo y David Fernández arrojan luz sobre los oscuros secretos que rodean al ex monarca. Entre los detalles más reveladores, destaca el pago de dos millones de euros a una de sus amantes, Marta Gayá, con quien mantuvo una relación durante más de 20 años, así como una compleja trama de finanzas ocultas.
La amante en la sombra
La relación entre Juan Carlos I y Marta Gayá fue un secreto a voces en La Zarzuela durante el reinado del emérito. Su historia de amor se remonta a finales de los años 80, cuando se conocieron en el exclusivo Club de Mar de Mallorca, frecuentado por destacados miembros de la alta sociedad española. Sin embargo, fue la prensa extranjera la que primero sacó a la luz esta relación, causando un escándalo en la España de entonces. La crisis en el Gobierno de Felipe González reveló la ausencia del rey emérito, quien supuestamente estaba en Suiza descansando, pero en realidad se encontraba con su "compañera sentimental", mientras que en España se le apodaba "la dama del rumor". A pesar de las críticas y los rumores, la relación perduró durante décadas, convirtiéndose en una de las más largas del Rey Juan Carlos. Esta relación se mantuvo en secreto hasta que fue expuesta públicamente, y Gayá comenzó a viajar al extranjero, aunque conservó propiedades en Mallorca, un lujoso piso en el paseo marítimo de Palma y un elegante ático en Madrid.
El pago de dos millones de euros
Además de ser una de las relaciones más “estables” del emérito, uno de los giros más sorprendentes en esta historia es la revelación de que Juan Carlos I "donó" dos millones de euros a su amante en noviembre de 2011. Sin embargo, solo un millón de euros llegaron finalmente a manos de Gayá. Este monto provino de una cuenta en la Fundación Lucum, una sociedad instrumental panameña que el padre de Felipe VI administraba secretamente. De hecho, la Fundación Lucum recibió fondos de Arabia Saudita en 2008, y estos fondos aparentemente se utilizaron para financiar la vida privada del monarca, incluyendo un pago de 65 millones de euros “por gratitud” a Corinna Larsen, en 2012.
José María Olmo, uno de los autores de "King Corp", revela que Juan Carlos I necesitaba una fuente de financiación alternativa para mantener su vida sentimental. Esta necesidad lo llevó a crear una estructura financiera compleja, que incluía testaferros, cuentas bancarias secretas y sociedades offshore para mantener su sistema de regalos costosos, viajes lujosos y cenas en restaurantes exclusivos para todas sus amantes. Esta estructura financiera permitía al rey emérito financiar su vida sentimental con dinero de origen irregular.
Sin embargo, a diferencia de otras mujeres vinculadas al ex monarca, como Corinna Larsen y Bárbara Rey, Marta Gayá ha mantenido un hermetismo absoluto sobre su relación con Juan Carlos I. A pesar de las preguntas persistentes, nunca ha hecho declaraciones públicas sobre su romance con el rey emérito y ha guardado su lealtad de manera inquebrantable.