En la familia real hay alguien que es un especialista en la materia de las infidelidades. Sin indagar mucho es bastante comprensible pensar en Juan Carlos I, el rey emérito fue capaz de tener un número enorme de amantes a las espaldas de Sofía de Grecia, y no se puede decir que nunca lo descubrieron porque a día de hoy todos lo saben, pero en su momento la emérita nunca logró atraparlo con las manos en la masa. El servicio de inteligencia a la orden del emérito era de lo mejor y le notificaban siempre que su esposa iba de camino a verlo, por lo que siempre estaba listo para todo.
Alguien de la talla de Juan Carlos I es experto para notar infidelidades, y desconocemos si el emérito ya se olía algo cuando vio a Letizia entrando a Zarzuela la primera vez o no, pero cuando conoció lo de Jaime del Burgo y los otros presuntos amantes de Letizia, el emérito fue más que claro con su hijo: tenía que divorciarse.
Juan Carlos I llamó al divorcio antes y vuelve a hacerlo ahora, no soporta la situación de su hijo
No es un secreto que el emérito y la consorte nunca se llevaron bien. Fueron una de las parejas que más han peleado dentro de la corona y Juan Carlos I nunca la aprobó como reina, pero era aceptar las exigencias de su hijo o dejarlo vivir como un rey soltero el resto de su vida. Ya sabemos que los eméritos aceptaron a regañadientes las exigencias de su hijo en cuanto a casarse con Letizia, pero apenas el emérito se enteró de la primera infidelidad lo más seguro es que el emérito haya sentido arrepentimiento de permitir que pasara algo así, y es por eso que desde entonces la orden para su hijo no ha cambiado.
El renacimiento del tema con Jaime del Burgo ha sido, además de una bomba para el público, un escándalo innecesario para la imagen de la corona y los reyes, por lo cual Juan Carlos I en parte se mantiene consternado por su hijo. El emérito ha sido muy claro con lo que quiere que haga su hijo de cara a Letizia, y como de momento no ha ocurrido nada entre los reyes es probable que el emérito aproveche cada oportunidad que tiene para recalcarle a su hijo que debe divorciarse, aunque quizá esta vez Felipe VI le haga algo más de caso.
La situación de los reyes se ha vuelto insostenible casi totalmente. Desde hace unos meses las discusiones no han parado entre Felipe VI y Letizia y lo de las infidelidades de la consorte no hizo más que complicarles su día a día al punto en el que no saben cómo gestionarlo. Es por eso que se espera una separación más temprano que tarde. Juan Carlos I quiere el divorcio, pero lo más sensato para los reyes es que vivan por su cuenta sin tocar el matrimonio.