Juan Carlos I está mucho más presente en España que el año pasado, y esto quizás sea un gran dolor de cabeza para la reina Letizia, la cual quiere tener al emérito lo más lejos posible. Sin embargo, este se ha hecho más frecuente en España y en lo que va de año ya ha estado 3 veces en el país. Recientemente ha aterrizado en Vigo para asistir a la octava regata en Sanxenxo. Esta insistencia del emérito en venir a España deja en claro que puede hacerlo cuando quiera y que tiene poderosos aliados que le apoyan, mientras que sus detractores (Letizia) no pueden hacer nada.
Sin embargo, dejando de lado este tema, queremos hablar de algo que nos ha llamado mucho más la atención que el hecho que el emérito haya venido a España, y es que el emérito ha venido a España, pero a todo lujo. No ha escatimado en gastos para que su viaje sea lo más cómodo posible, y vaya que lo ha sido, ya que Juan Carlos I ha viajado al más puro estilo "Jet Set".
Se ha gastado una buena cantidad de euros en venir a España
No es un secreto para nadie que Juan Carlos I tiene una fortuna increíble, la cual se ha llegado a calcular en unos 2.000 millones de euros, lo cual es una barbaridad se vea por dónde se vea. Sin embargo, pese a tener tal cantidad de dinero, no habíamos visto al padre de Felipe VI viajando tan cómodo desde que había sido exiliado de España.
La información respecto a la aeronave que se encargó de transportar a Juan Carlos I no se hizo de rogar y ya varios la conocen, pero si tú no tienes ni la más mínima idea sobre el lujoso jet en el que viajó el emérito, entonces sigue leyendo, porque hay mucho de lo que hablar.
Para empezar, debemos comentar que el simple modelo de la aeronave es especial, de hecho, se podría catalogar como exclusivo. El exterior es plateado y cuenta con tecnología de punta para su navegación, pero lo más impresionante está por dentro, pues es casi un recinto de lujo, pero para viajar. Cuenta con todo lo necesario para viajar, tal como comida, snacks, bebidas y también varios sistemas de entretenimiento para hacer el viaje más ameno, pero tiene también un camarote individual el cual seguro ha aprovechado Juan Carlos I al máximo, pues cuenta también con una cama en la que fácilmente el emérito pudo haberse dado una siesta.
Por dentro es una maravilla, una casa móvil en las alturas, la cual, obviamente, no sale nada barata. El emérito de seguro ha tenido que gastar una buena cantidad de dinero en viajar de esta forma, pero, teniendo en cuenta su fortuna, de seguro esto no ha sido un problema para él. Quizás viajar así ha servido para alardear de los millones y millones que tiene, pues en el aeropuerto iba a ser recibido por Pedro Campos (presidente del Real Club Marítimo) y su esposa, quienes son amigos leales del emérito.