Que la reina Letizia siempre le ha tenido mucha animadversión al rey Juan Carlos I no es un secreto. Todo empezó cuando el emérito criticó duramente la elección de Letizia como esposa por parte de su hijo Felipe. La actual consorte nunca fue del agrado de Juan Carlos, a quien no veía más que como una plebeya divorciada hija de un taxista. Además, que fuera periodista tampoco generaba ninguna confianza al emérito.
Una posición que Letizia nunca ha perdonado. Además, tampoco le gustaban de su suegro las corruptelas y las infidelidades a la reina Sofía, pues lo consideraba como un trato vejatorio hacia la figura de la mujer. De ahí que fuera la principal instigadora de haber enviado a Juan Carlos I a vivir a Abu Dabi. Fue ella quien más presionó a Felipe VI para que lo apartara de la casa real.
Pero Letizia no es la única miembro de los Rocasolano que no soporta a Juan Carlos. La ex pareja sentimental de la fallecida Erika Ortiz, Antonio Vigo, tampoco traga a Juan Carlos.
Juan Carlos I, atacado (y señalado) por un Rocasolano
Esto quedó patente durante el entierro de Erika hace casi 17 años. Érika, hermana menor de la reina Letizia, fue encontrada sin vida por el que entonces era su novio, Alberto García, en el dormitorio de la casa de Vicálvaro donde vivía Letizia cuando estaba soltera. Érika tenía entonces 31 años y dejó varias cartas escritas, lo que generó sospechas de que había planeado su trágico final.
En el funeral, se evidenció una Letizia completamente desgarrada por el dolor. Agradeció a quienes se sintieron afectados por la muerte de su hermana, pero su tristeza era palpable. Al entierro asistieron también las infantas Elena y Cristina con sus respectivos esposos, Jaime deMarichalar e Iñaki Urdangarin. A pesar de estar fuera de España, los reyes Juan Carlos y Sofía también asistieron. Pero la presencia de Juan Carlos desencadenó una escena violenta y tensa.
Antonio Vigo, ex pareja de Érika y padre de Carla, señaló directamente al suegro de Letizia, acusándolo: "¡Tú tienes la culpa, hijo de puta! ¡Vosotros la habéis matado!". Aunque no lo acusaba directamente del modo en que muchos lo hicieron tras la muerte de Alfonso, sí lo responsabilizaba como el origen de la depresión de Érika y su posterior suicidio.