Tanto Elena como Cristina de Borbónse han divorciado de sus respectivos maridos, Jaime de Marichalar e Iñaki Urdangarin. Mientras que los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía hace años que hacen vida por separado. De hecho, cuentan que solo mantuvieron relaciones íntimas hasta que tuvieron un hijo varón. Después de Felipe, se acabaron las aventuras de cama en común. Sin embargo, decidieron no anunciar un divorcio, porque eso no beneficiaba ni a la corona ni a ellos mismos.
El matrimonio de la reina Letizia y el rey Felipe VI, no obstante, va por otro camino. Es el único que sigue en pie. Pero su historia de amor no sería tan color de rosa como nos hacen creer. Según Pilar Eyre, los reyes han tenido cinco discusiones de órdago. Una de ellas llegó a poner en peligro su matrimonio, pero al final no se divorciaron porque el rey le recordó a la reina las cláusulas matrimoniales que había firmado. En esas cláusulas quedaba bien claro que Leonor y Sofía se quedarían en Zarzuela con él en caso de separación.
Roces de la convivencia
La última gran discusión entre los monarcas fue por el futuro de la princesa de Asturias. Aunque la mayoría de las discusiones han sido por culpa de la familia del monarca, incluyendo a Iñaki Urdangarin o al propio Juan Carlos.
Ello ha llevado a Juan Carlos a tener muy claro a quién culpar de todos sus males: Letizia. Está harto de ver cómo la reina separa a su hijo de su familia. Felipe tiene muchas ganas de pasar tiempo con todos ellos como antiguamente, pero causa de la madre de sus hijas eso es prácticamente imposible. Ni Leonor ni Sofía tienen relación con sus tías o primas. Además, la princesa y la infanta lleva casi cuatro años sin ver a su abuelo paterno.
Según Juan Carlos I, Felipe nunca se divorciará de Letizia
Según el propio Juan Carlos, Letizia es quien corta el bacalao en la Zarzuela. Ella es la que maneja todo, tanto en la vida privada como en la institución. Felipe simplemente obedece. En su círculo cercano lo llaman ‘calzonazos’. Ha quedado relegado a un segundo plano, como si fuera títere en manos de la consorte, que no quiere a ningún familiar de su marido cerca, porque podrían perjudicar la imagen de la corona y el futuro reinado de su hija. Es el argumento que usa con el padre de sus hijas para no coincidir con el emérito, con quien le apoya o con quien haya protagonizado algún escándalo.
Pero Felipe VI no parece dispuesto a poner fin a su matrimonio. Como su madre, la reina Sofía, él también cree en la institución del matrimonio y jamás se divorciará porque no quiere perjudicar a la corona. En el mejor de los casos, podrían vivir separados como sus padres. De hecho, desde que Leonor y Sofía se han ido de casa, ambos hacen muchos planes por separado. Letizia ha buscado nuevos entretenimientos, como los viajes internacionales. Ha decidido ocupar el lugar de la reina emérita Sofía en los actos públicos que requieren representación de la casa real. Pasar el menor tiempo posible sola en casa con Felipe.