De Juan Carlos I se ha sabido que hace lo posible por cuidarse. Siempre le han gustado los deportes, sobre todo las competencias náuticas a las que sigue asistiendo en España. Pero, lo que realmente hace para mantenerse en óptimas condiciones son tratamientos antiedad y ciertos controles médicos. A los 86 años no se puede luchar contra las inclemencias de la edad. Por fuera puede parecer muy activo, pero ya sus hijos están informados sobre su estado de salud. No hay remedio para la enfermedad que padece, ya se venía anunciando y se vuelve una realidad.
En 2011, Juan Carlos I demostró que no le gusta que se especule sobre su salud, cuando iba a ser intervenido de la rodilla. Visiblemente molesto, le decía a un periodista que llevaba fatal la especulación de la prensa. Algo que no se puede negar es su extenso historial médico, son muchos los sustos que ha dado el rey emérito a lo largo de su vida. Según recoge El Periódico, ha pasado por el quirófano más de 20 veces. Por problemas como un nódulo en el pulmón, un carcinoma, la dolencia de la cadera y ataques cardíacos.
A pesar de que ahora parece caminar sin ayuda, se debilita con el paso de los años. Aunque Cristina, Elena y Felipe están avisados, su padre sufre otro tipo de enfermedad. Distinto a los tratamientos y operaciones del pasado, pues esta vez tiene que ver con su integridad mental.
Crece la preocupación por Juan Carlos I, tiene pérdida de memoria
Tal y como se venía avisando desde hace algún tiempo, el deterioro cognitivo de Don Juan Carlos se evidencia cada vez más. Uno de los primeros periodistas en ofrecer esta información fue José Antonia Zarzalejos, en su obra Un rey en la adversidad. En este libro afirmó que el rey emérito presentaba problemas de salud mental, que estaba desubicado y que tenía lapsus de pérdida de memoria. Algo que, con el tiempo, va adquiriendo más credibilidad.
Cuando la revista XLSemanal de ABC le preguntó a Zarzalejos si seguía insistiendo en sus declaraciones, él agregó unos datos relevantes. “Estoy hablando de un hombre que tiene una percepción de la realidad distorsionada y eso me lo han contado más de tres personas”, dijo en ese entonces. También indicó que lo que sufre el padre de Felipe VI son episodios en los que no es capaz de hacer memoria, que el deterioro de su facultades mentales lo lleva a tomar ciertas decisiones que no percibe como reprochables después.
Las diferencias de los hermanos Borbón los han mantenido alejados. Al menos, el rey hace mucho se distanció de sus hermanas. Sin embargo, esta situación hace propicio tomar decisiones de cara al futuro de su padre. Hace tan solo unos meses salió a la luz que la hermana de la reina Sofía, Irene de Grecia, tiene alzheimer. Se tomaron todas las precauciones para que la llamada ‘tía Pecu’ siga viviendo en Zarzuela y permanezca estable.
Juan Carlos I todavía puede vivir solo (con su equipo), sin embargo, algunos afirman que podría terminar con alzheimer.