Juan Carlos I es un rebelde de cuidado, el rey emérito siempre ha sido una figura controversial y aunque los achaques de la edad le llegan desde hace años, no significa que va a dejar de tener esa personalidad que tanto le caracteriza. Entre todas las “hazañas” que se ha agenciado el emérito, está ganarse el profundo desprecio de la actual reina consorte y enturbiar la imagen de la corona hasta que tuvo que abdicar bajo presión de la institución.
Te caiga bien el emérito o no, ha tenido una muy larga vida y hecho cosas que para bien o para mal están bien documentadas en los medios o incluso libros de mencionan su peculiar vida, y es por esta vida que en el año 2020 tuvo que irse a Abu Dabi bajo un exilio que el emérito atribuye a Letizia. La consorte y el emérito nunca se han llevado bien. Si hay dos personas que aparentemente nunca van a saber tratarse son estos dos personajes.
Felipe VI está en un campo de guerra cada vez que se trata de ponerse entre su esposa y su padre, especialmente porque del lado de su padre tiene a toda su familia presionando para que le lleve la contraria a Letizia, quien por su parte parece tener la fuerza y determinación de 100 reinas, no por nada habría sido mayormente responsable del estado actual de la corona.
El emérito no hace caso a advertencias, viaja a España cuando quiere
Si bien el año pasado Juan Carlos I se mostró obediente con las positivas y negativas en cuanto a cuando podía ingresar o no a España, este 2023 las cosas han cambiado un poco y conforme avanza el año se ha mostrado cada vez más rebelde en cuanto a sus viajes. La gota que colmó el vaso fue el cumpleaños de Leonor de Borbón, donde primero no fue invitado a la juramentación en el congreso, y después no se le permitió pernoctar en Zarzuela posteriormente a la reunión de su nieta, por lo que tuvo que irse hasta Londres, donde pasó los siguientes días.
Otro de los determinantes de que Juan Carlos I pueda entrar o no a España es la postura del presidente de gobierno, Pedro Sánchez, quien recientemente fue reelecto y sabemos que por su parte no es muy fanático de la idea de ver a Juan Carlos I paseando por el país. Esto se alínea con la postura de Letizia e indirectamente la de Felipe VI, quien en más de una ocasión se ha visto presionado para plantarle cara a su padre, pero nada de esto parece frenarle los pies al emérito.
Ciertamente se esperaba la victoria de Alberto Núñez Feijoó por parte de Juan Carlos I y sus simpatizantes, pero aunque esto no ha ocurrido, los planes del padre de Felipe VI no han cambiado un ápice, no se ve intimidado por todos aquellos que tiene en contra y hasta parece que lo hace con la intención de tensar la situación que se vive en Zarzuela entre los reyes.