La vida de un rey y una reina no siempre es un cuento de hadas. Aunque Felipe VI y Letizia se casaron en 2004 aparentando estar muy enamorados, su relación ha enfrentado desafíos y crisis que, en un momento crítico, los llevaron al borde del divorcio. A pesar de la imagen de perfección que intentan proyectar, los reyes no han estado exentos de desacuerdos. Se ha informado que en el pasado, su residencia en el pabellón del príncipe era escenario de discusiones acaloradas, con gritos y portazos que eran audibles para el personal del palacio. Las desavenencias más recientes se centraron en el futuro de su hija, Leonor, con la reina deseando que ella ingresara directamente a la universidad, mientras que el rey insistía en una formación militar.
La crisis de 2013: Letizia bajo presión
Sin embargo, la mayor crisis se vivió en 2013. Según reveló la experta en Casa Real, Pilar Eyre, “ese año fue la crisis más fuerte. Quizá hubo otras más fuertes pero las llevaron en la intimidad, pero de esta nos enteramos todos. En esa época, Letizia estaba muy delgada, tensa y con muy mala cara. Venía mucho a Barcelona, un poco huyendo de Madrid. Tenía un grupo de amigas con las que se sentía muy a gusto y protegida”.
En ese momento, la prensa se centraba en los rumores acerca de Letizia, desde su supuesta anorexia hasta posibles operaciones de cirugía estética. Sin embargo, Pilar Eyre sugiere que esto fue un intento de desviar la atención de los problemas de Juan Carlos I, que estaba lidiando con su propia crisis en el reinado. “Era una triste figura que tropezaba, se iba a cazar, corrían los rumores de Corinna…. Sin embargo no prestábamos atención, todos estábamos preocupados en atender los rumores que había sobre Letizia, que si estaba anoréxica, si no atendía bien a las niñas, si se operaba de estética… Ella sabía, y nosotros supimos después, que eran rumores interesados para apartar el foco de don Juan Carlos” señala la periodista. La presión sobre la entonces princesa de Asturias era inmensa, y los rumores sobre un posible divorcio se intensificaron.
Juan Carlos I, el detonante de la crisis matrimonial de Felipe y Letizia
El rey Juan Carlos I fue, en última instancia, el responsable de la crisis que amenazó con separar a Felipe y Letizia. Con su reinado tambaleando y bajo una creciente presión mediática, ordenó a los medios que sacaran a la luz supuestos secretos incómodos de Letizia. La princesa se encontraba indefensa ante las acusaciones y rumores que circulaban sobre ella, lo que la hizo sentirse terriblemente mal.
Sin embargo, algo inesperado cambió el rumbo de los acontecimientos. Se rumorea que alguien le recordó a Letizia un contrato prematrimonial que había firmado, donde se estipulaba que, en caso de separación, los futuros hijos quedarían bajo la custodia de su padre y ella no tendría la oportunidad de ascender al trono como reina de España, algo que Letizia no estaba dispuesta a permitir. A partir de ese momento, Letizia cambió de actitud y se negó a firmar el divorcio, pero no sin antes establecer una serie de condiciones, como la abdicación de Juan Carlos I. Y aunque estos rumores no han sido plenamente corroborados, lo que está claro es que, al año siguiente, en 2014, Felipe y Letizia se convirtieron en reyes, y la tranquilidad, al menos para ellos, regresó al Palacio.