Hay un tema importante en la corona que siempre se ha usado como símil para intentar medir cómo van las cosas dentro de la corona, y esto es qué tanto viaja Juan Carlos I a España. Como bien sabemos el emérito fue exiliado del país en el año 2020, los constantes escándalos que causaba y el constante impacto negativo de su imagen en la corona era algo insostenible, por lo que se decidió enviarlo fuera del país, una decisión que el propio emérito atribuye a Letizia, quien se convirtió en alguna especie de némesis para el padre de Felipe VI, y viceversa.
Los años pasaron y algo que parecía impensable ocurrió: el emérito volvió al país en 2022, específicamente a Sanxenxo para participar en las regatas, un viaje que parece trivial pero marcaría un antes y un después en la relación de Juan Carlos I con el país. Mientras más pasaba el tiempo, más aumentaba la frecuencia de los viajes del emérito a España, principalmente todos han sido a Sanxenxo con el mismo objetivo, pero poco a poco ha aprovechado de realizar actividades diferentes, como a inicios del mes de abril, cuando viajó a España solo para asistir a la boda del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
Los reyes están atravesando problemas, Juan Carlos I es una de las pruebas principales
Esta constante decisión de Juan Carlos I de viajar a España, la frecuencia con la que ha empezado a hacerlo y la cada vez más aparente libertad que tiene para viajar a España, son el resultado de uno de los problemas más grandes que tiene que enfrentar la corona a día de hoy, y eso es el matrimonio entre Felipe VI y Letizia, el cual pende de un hilo que cada vez está más cerca de romperse.
Como ya mencionamos, siempre ha sido Letizia la que ha tomado las decisiones de alejar a Juan Carlos I de la corona y de España, no solo por su mala imagen, que siempre es la razón “oficial”, sino por un claro componente personal. La consorte no lo quiere cerca y ha hecho de todo para frenar el avance del general enemigo hacia España.
En cuanto a Felipe VI, él siempre ha sido complaciente y, como muchas veces se le ha definido como “falto de carácter”. Es por eso que no se opone a la voluntad de Letizia (o al menos le costaba mucho hacerlo). Exiliar a Juan Carlos I fue uno de los momentos más dramáticos entre los dos, pues el rey le pedía a Letizia entre lágrimas que considerara que el emérito podría morir fuera del país, algo que él nunca quiso pero que a Letizia tampoco le importó.
Sin embargo, ahora que los reyes están tan peleados y Letizia ha perdido esa aura intocable que siempre llevaba encima, Felipe VI ha vuelto a tomar las decisiones. No quiere saber nada de lo que piense su esposa, y es por eso que no debería de sorprender que más temprano que tarde el emérito empiece a pasar temporadas en España, la muestra definitiva de que las órdenes de Letizia han perdido toda validez.