En medio de los escándalos que han sacudido a la monarquía española, la figura de la reina Sofía ha permanecido inquebrantable. Las revelaciones sobre los episodios protagonizados por su esposo, el rey emérito Juan Carlos I, y su interminable lista de amantes, han desencadenado una enorme tormenta mediática en los últimos años. Sin embargo, Sofía se ha mantenido imperturbable, enfrentando críticas y defendiendo su posición como reina.
Aunque se rumorea que la reina siente indiferencia hacia su esposo, la realidad es que su orgullo ha sufrido profundamente con la exposición pública de sus incontables affaires. Pilar Eyre, reconocida periodista especializada en Casa Real, revela que doña Sofía llegó incluso a tomar represalias para vengarse de las amantes de su marido, especialmente de Corinna Larsen. Además, llegó a sospechar de tres famosas de la prensa del corazón, a las que trataba con mucha indiferencia.
Un orgullo herido: La venganza de la reina Sofía
"Su relación con Corinna la hirió profundamente. Tanto así que, según se dice, maquinó para que el hijo de Corinna no fuera admitido en un prestigioso colegio en Inglaterra y que las familias aristocráticas inglesas le dieran la espalda. Alexander, quien no es hijo del rey, ya que nació dos años antes de conocerlo, sino del príncipe Casimir zu Sayn-Wittgenstein, tuvo que terminar asistiendo a un prestigioso internado suizo", revela Eyre.
Pero la venganza de la emérita no se limitó solamente a Corinna Larsen. Según Eyre, hubo otras víctimas de su ira: "A dos damas catalanas nunca las invitó a las recepciones en el Palacete Albéniz, a pesar de que ambas poseían títulos nobiliarios. A otra dama de la nobleza alemana la humilló de todas las formas posibles, incluso negándole un amarre en el Club Náutico de Palma. Intentó marginar a Marta Gayá en la sociedad mallorquina, pero sus deseos fueron frustrados por el rey", explicó la periodista.
La búsqueda incansable de la verdad: Sofía y sus sospechas
A pesar de su sed de venganza, la reina Sofía ha sido muy cautelosa en su búsqueda de la verdad para evitar mayores escándalos. Eyre revela en su columna de ‘Lecturas’ que Sofía "a veces no estaba muy segura. Consultaba con otra presentadora de televisión, en la que tenía más confianza, y le pedía fotos de la hija de una señora sevillana para detectar cualquier parecido... Supervisaba las invitaciones para las celebraciones del santo del rey en el Campo del Moro y se encontraba con misteriosas tachaduras...".
En la lista de amantes de Juan Carlos I aparecen varios nombres conocidos, como es el caso de Bárbara Rey. Sin embargo, la reina Sofía también dudaba de tres famosas mujeres de la jet set, conocidas por su gran éxito con los hombres. "Saludaba siempre con frialdad a Isabel Preysler, Tita Cervera, Marta Chávarri...", menciona Eyre. Incluso había lugares que la reina prefería evitar, como Estoril cuando aún vivía Franco, dado que "sospechaba que detrás de cada amiga de la infancia, había una novia (por cierto, con razón la mayoría de las veces)", sentenció.