El tiempo nos enseña a todos que en la vida la ley se establece para aquellos que no tienen el suficiente dinero o autoridad para estar sobre ella. Una realidad amarga para todos aquellos por debajo de este estatus, y si tuviéramos que apuntar con el dedo a un ejemplo perfecto de esta ley de la vida, no sería descabellado que el nombre de Juan Carlos I salga al aire, siendo alguien que, con su expediente, en otras condiciones estaría condenado de por vida.
El emérito expuesto por el cronista Jaime Peñafiel
El cumpleaños de un monarca es un evento que no se compara bajo ningún concepto a un cumpleaños cualquiera. Los días anteriores y posteriores pasan a convertirse en momentos idóneos para que la información alusiva a dicha persona aumente exponencialmente, y algunos pueden llegar a hacer mucho daño.
Este fue el caso de Jaime Peñafiel, un cronista conocido especialmente por su buena reputación y ausencia de información no fundamentada en sus escritos. Durante el año 2019 publicó un relato poco menos de una semana antes del cumpleaños del emérito que iba además cargado de intenciones muy claras. En el mencionado escrito, el cronista habló sobre un incidente que involucraba a Juan Carlos I ubicado muchas décadas en el pasado, durante los 17 años del emérito, donde era un joven príncipe aventurero como pocos, y lo que nos interesa: no tenía carné de conducir.
Lo que ocurrió antaño fue que Juan Carlos I atropelló a un ciclista durante aquella época. No se supo nada en el momento porque los servicios de inteligencia de la realeza pusieron manos a la obra y ocultaron cualquier rastro del incidente. Era inaceptable pensar que el entonces príncipe conducía sin licencia de conducir, pero sin testigos, no hay delito.
El coche en cuestión era uno bastante lujoso en su tiempo, un Volvo 460 que no solo utilizó él sino su esposa Sofía de Grecia. El coche era de color rojo y su valor no se detenía en su costo o que fue utilizado por los padres de Felipe VI, además, fue el primer coche de Felipe VI, quien se sentó en el asiento del conductor con 18 años.
Jaime Peñafiel, olvidado por Juan Carlos I después de esta situación
Los rumores llegaron al punto de que se habló del emérito dirigiéndole la palabra al cronista, cuestionando que “tenga el valor de saludarlo después de lo que escribió sobre él”, sin embargo este evento quedó desmentido rotundamente.
Esto sin embargo no desmiente que el escrito de Jaime Peñafiel hiciera un daño inmenso tanto al emérito como a la imagen de la corona, a pesar de que a día de hoy es un secreto a voces que la manipulación de información es uno de sus mayores dotes y algo que han usado a lo largo de su historia para ahorrarse algunos escándalos, pero en la era del internet y las telecomunicaciones es muy difícil que su efectividad sea la misma de antes.