Jaime de Marichalar siempre ha sido de esos que prefiere mantenerse en la sombra. Ya lo hacía cuando estaba casado con la infanta Elena. Es de los que prefiere que la mano derecha no sabe lo que hace la izquierda. Es así como consigue sus mejores contactos. No obstante, ahora se atreve a enfrentarse a la corona. A la infanta Elena en primer plano y a la reina Letizia en segundo.
Su divorcio con la infanta Elena fue discreto comparación con otros líos reales. Nada de dramas, nada de impedimentos. De hecho, este aristócrata no quería ni un céntimo de los Borbones. Su relación con la madre de sus hijos y, por ende, con cualquier miembro de la corona, se limita a lo justo y necesario. Cortó todo tipo de contacto y hace casi dos décadas que no se relaciona con la casa real.
Jaime de Marichalar, siempre al lado de sus hijos, Froilán y Victoria Federica
Su máxima prioridad son sus vástagos, Victoria Federica y Froilán. Pero estos dos no han dado tregua. Más bien han sido como un cúmulo de problemas. En vez de ser los hijos ejemplares que la corona podría desear, siempre están en el ojo mediático por sus escándalos. Ni estudiar ni trabajar parece ser lo suyo. Froilán ha estado en un internado, pero eso no ha cambiado su actitud. A él y a su hermana encanta la fiesta y la buena vida.
El último escándalo de Froilán fue una joyita: una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca. Después de eso, desde Zarzuela presionaron para que se fuera a los Emiratos Árabes con su abuelo Juan Carlos. Algo ante lo que Jaime de Marichalar mostró su desaprobación. Incluso se ofreció a quedárselo en su lujoso tríplex en el barrio de Salamanca.
Jaime de Marichalar no quiere que Froilán vuelva a Abu Dabi
Pero la infantaElena ni quiso oír hablar de eso. Prefirió hacer caso a Felipe y Letizia. Juan Carlos I, para no perjudicar más a su hijo, también prefería alejar a Froilán de sus tentaciones.
En estos últimos meses, Froilán se ha mostrado mucho más centrado, pero desde que acabó la cumbre contra el cambio climático en la que participó, ha estado en España y ha disfrutado de la fiesta. Pero en pocos días le toca volver a Abu Dabi. Algo que el joven no quiere. Allí no es feliz. Y Jaime de Marichalar tampoco quiere que se vaya. Así se l ha vuelto a hacer saber a la infanta Elena. No quiere seguir obedeciendo a los reyes de España. Y no solo eso. también está respaldando a Victoria Federica en su carrera como influencer, algo que Elena (y Letizia) no soporta.