Poco se habla de que Jaime de Marichalar tiene un “confidente” en secreto, un hombre que no aparece en la vida pública ligado a él, pero que aún así es muy famoso. El éxito del confidente del ex de la infanta Elena opaca su relación con Jaime de Marichalar, lo cual es algo que de cierta forma les conviene. Son muy amigos poco y se dejan ver las caras en público. Estamos hablando de Valentín Fuster.
Es difícil que alguien no lo conozca, pero Valentín Fuster es un reconocido médico que tiene un currículum tan extenso como el de una persona polifacética. Este ha dedicado su vida a la medicina, es cardiólogo y además tiene el título de “marqués de Fuster”. Es todo un personaje y al mismo tiempo es amigo de Jaime de Marichalar, una relación que empezó ya hace muchos años.
Sin embargo, ¿cómo empezó esta relación? Estos dos casi ni se nombran y tampoco se les ven juntos como para saber que son amigos, pero, aún así, tienen una relación muy estrecha, tanto que hay quiénes indican que son algo más, pero estos tan solo son rumores, o al menos eso es lo que se piensa.
La relación de Jaime de Marichalar con Valentín Fuster empezó cuando este era su médico
Valentín Fuster (motivo de origen para una marioneta en Plaza Sésamo debido al gran éxito del doctor) es cardiólogo y larga parte de su vida ha estado ligado a la familia real. Sin embargo, fue en el 2001 cuando haría mayor presencia en la vida de Jaime de Marichalar. En aquel entonces, el último había sufrido un ictus, cosa que logró superar, pero la rehabilitación fue lo más importante. Jaime de Marichalar no estaba del todo bien y requería de una buena recuperación, aunque este no hacía caso.
El rey Juan Carlos estaba preocupado por la salud de su yerno y lo que hizo fue ponerlo bajo el cuidado de Valentín Fuster. Tanto la infanta Elena, Jaime de Marichalar y los pequeños de la pareja tuvieron que viajar a Nueva York para poder estar bajo el cuidado del mencionado médico. Durante este tiempo Jaime de Marichalar y Valentín Fuster tuvieron que estar muy juntos, por jornadas de hasta 7 horas al día debido a la recuperación del entonces esposo de la infanta Elena, ya que este requería hacer ejercicios y esto era supervisado por Fuster.
Esta cercanía llevó a que los dos se hicieran muy amigos en aquel entonces, amistad que se ha mantenido a lo largo de los años, aunque poco se les ha visto en público durante los últimos años. Se cree que los dos se ven fuera de los ojos de los medios públicos o que se comuniquen por teléfono. Aunque Jaime de Marichalar ya no está del todo ligado a la familia real debido a su divorcio con la infanta Elena, tal parece que este se sigue llevando bien con “el cardiólogo de la familia”.