La infanta Elena, esa defensora acérrima de la corona y el apellido Borbón, protagonizó uno de los primeros escándalos matrimoniales en la casa real. La hija del rey Juan Carlos I eligió a Jaime de Marichalar para ser su media naranja y convertirse en el duque de Lugo. Pero el matrimonio tuvo muchos baches y culminó en 2009, tras un ictus del entonces duque,, con aquel famoso comunicado en el que anunciaban un ‘cese de la convivencia’.
A diferencia de otros miembros de la realeza que han tenido sus líos legales, la imagen de Jaime de Marichalar quedó impoluta. Nada de escándalos, ni divorcios ruidosos. Y eso le ha permitido codearse con la crema y nata de la sociedad española.
Jaime de Marichalar ha sabido moverse en la alta sociedad después del divorcio
Lejos de pedir compensaciones tras el divorcio, a diferencia de Iñaki Urdangarin, Jaime ha sabido aprovechar los contactos reales para escalar posiciones en la escala de riqueza. Jaime de Marichalar ha tejido una red de relaciones digna de envidia. Se le ha visto en un paseo en el yate de los Rabat, junto a Susanna Uribarri.
Además, el duque de Lugo es habitual en la vida de las hermanas Koplowitz, Esther y Alicia. Mientras que en su círculo más íntimo, Jaime de Marichalar se codea con Naty Abascal. Y no podemos olvidar las exquisitas cenas que organiza en su piso, donde se codea con las personalidades más glamurosas de la crónica social.
Victoria Federica también se ve beneficiada
Pero la vida social del ex duque no se queda en Madrid. Cada verano se escapa a Marbella para disfrutar de la buena vida en la mansión de Anna Gamazo, la Villa Margarita. Todo ello mientras se permite el lujo de disfrutar de La Tour Sarrazine, la residencia de la Gran Familia Ducal de Luxemburgo en la Provenza francesa. No está mal.
Una serie de amistades de Jaime de Marichalar sobrevenidas gracias a sui relación con la casa real que no solo le benefician a él. También están ayudando a su hija, Victoria Federica, a hacerse un hueco en el competitivo mundo de la moda y las redes sociales. Sin duda, Jamie ha aprendido a mover los hilos de la alta sociedad española.